MADRID, 10 May. (EDIZIONES) -
La motivación laboral es un factor determinante para que los trabajadores se sientan felices a la hora de llevar a cabo unas funciones dentro de una entidad empresarial específica. Es esencial que los miembros de un equipo se sientan valorados y que su trabajo sea apreciado.
Al mismo tiempo, la empresa necesita personas cualificadas y eficientes que lleven a cabo correctamente sus funciones, por lo que la motivación es un punto fundamental para conseguir esta reciprocidad.
Estas son algunas de las principales técnicas que se pueden utilizar para conseguir esa motivación laboral.
1. Jugar en el trabajo: esto se conoce como "gamificación", es una técnica que consiste en aplicar características propias de juegos en un espacio no lúdico, según apuntan desde Unipresalud. Con este método se puede conseguir que los trabajadores lleguen a alcanzar sus objetivos a través de métodos inusuales y alejados de la rutina.
2. Flexibilizar horarios: adaptar la jornada laboral a la rutina y a la vida propia del trabajador, sin ejercer un control estricto de los turnos y ofreciendo un cierto margen en el horario de entrada y salida al puesto de trabajo.
3. Premiar por conseguir objetivos: al empleado le gusta ver cómo su trabajo es reconocido, por ello, ofrecer premios es un buen método de motivación. Esta recompensa no tiene que ser necesariamente monetaria, hay muchas más formas de premiar a los empleados como ofreciéndoles más tiempo libre, celebrando eventos u organizando actividades.
4. Aportar salud a los empleados: las empresas pueden poner a disposición de sus empleados numerosas facilidades para llevar una vida sana ya que la oferta de programas relacionados con este tema es muy amplia y variada. Por ejemplo ofreciendo menús de comida de todos los tipos y variedades, organizar cursos de prevención laboral, de higiene o incluso estableciendo medidas anti estrés. De esta manera, los trabajadores perciben una preocupación de su entidad por su bienestar y consiguen una mayor estimulación.
5. Dar autonomía a los trabajadores: se trata de que el empleado pueda decidir de forma autónoma la manera en la que va a llevar a cabo su trabajo sin necesidad de ajustarse a una rigidez de tareas diarias y de un control estricto por parte de superiores.
6. Sentirse parte de la empresa: este sentimiento se consigue haciendo partícipe a cada uno de los integrantes de la empresa de la importancia de su labor en la compañía. ¿Y cómo? Apreciando el trabajo y el esfuerzo de los empleados, compartir con todos ellos los objetivos a los que aspira la empresa u organizando el llamado "día de campo", que consiste en planificar cada cierto tiempo un día en el que los empleados y sus familias puedan realizar múltiples actividades junto con el resto de personas que forman la empresa.
7.Creer en los empleados: los superiores de una determinada empresa deben tener confianza en sus trabajadores. Descubrir lo que mejor hace cada persona y apoyarlos es un punto importante para conseguir esa confianza necesaria.
8. Escuchar a los trabajadores: para que todos los empleados puedan aportar determinadas propuestas, sugerencias o soluciones.
