BRUSELAS, 20 May. (EUROPA PRESS) -
Agricultores europeos y cooperativas agrarias expresaron hoy su falta de confianza en la revisión de la Política Agraria Común (PAC) que presentó hoy en Estrasburgo la Comisión Europea, por considerar que no respalda una agricultura sostenible estable con la que hacer frente a la necesidad de producir suficientes alimentos para dar respuesta a la demanda mundial.
El vicepresidente del Comité de las Organizaciones Profesionales Agrarias de la UE (COPA), Gerd Sonnleitner, aseguró que "no es el momento oportuno" para transferir las ayudas directas a los agricultores hacia el ámbito del desarrollo rural.
Por ello, Sonnleitner expresó su "rechazo" a la propuesta de Bruselas de aumentar la tasa de modulación, según un comunicado suscrito junto a la Confederación General de las Cooperativas Agrarias de la UE (COGECA).
En el texto ambas organizaciones piden la modificación de algunos puntos incluidos en el 'chequeo médico' de la PAC para acometer los nuevos retos alimenticios frente a las "mayores incertidumbres climáticas, la volatilidad de los precios y la especulación".
El portavoz de los agricultores europeos explicó que ambas organizaciones "respaldan el desarrollo rural", pero que en la actualidad esa no debe ser la prioridad de la política agraria europea.
El objetivo, añadió, debe ser el de "garantizar que los agricultores puedan optimizar su potencial de producción" y a la vez cumplir los requisitos "muy estrictos" y "onerosos" en materia de seguridad alimentaria, protección medioambiental y bienestar animal que plantea el mercado europeo.
"Tampoco es justo debilitar aún más los escasos mecanismos a nuestra disposición para estabilizar los mercados y proporcionar una red de seguridad a los agricultores, tal y como lo propone la Comisión", detalló el vicepresidente del COPA en el comunicado.
"Las existencias públicas de cereales de la UE están actualmente agotadas y los precios son extremadamente volátiles. Con todo esto, los consumidores también se encuentran en una posición muy vulnerable", explicó.
Además, las organizaciones de agricultores y cooperativas agrarias denunciaron los precios "bajísimos" que han tenido que aceptar por sus productos "durante más de 20 años".
"Está claro que algo no funciona cuando más de la mitad de los 860 millones de personas hambrientas en el mundo son agricultores", lamentó. Por ello, Sonnleitner aseguró que es necesario que se suban esos precios "si queremos que los agricultores dispongan de los medios para producir alimentos y esto debe estar respaldado por la debida política agraria".
Finalmente, el COPA y la COGECA manifestaron su "preocupación" por el curso de las negociaciones comerciales en la Organización Mundial del Comercio (OMC), ya que, a su juicio, "sólo empeoran las cosas". En este sentido, sostienen que Bruselas "ha demostrado" que Europa tendrá que soportar una reducción de la producción y "pérdidas de más de 18.000 millones de euros si se alcanza este acuerdo comercial". "La OMC advierte a los países en desarrollo que habrán de importar más, en lugar de construir su capacidad para alimentar a su población", advirtió Sonnleitner.
