El proyecto de Iberdrola contempla una inversión de unos 1.200 millones de euros y que generará 700 empleos
LISBOA, 2 Mar. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Patricia Ferro) -
Iberdrola y Gamesa por un lado, y Unión Fenosa y su socio en renovables Enel por otro aspiran a adjudicarse una licencia de energía eólica en Portugal, donde ya ha comenzado la recta final del concurso de concesión con la apertura hoy de las cuatro propuestas presentadas. Junto a las dos ofertas de los grupos españoles, figuran una liderada por Galp y otra por EDP.
La sorpresa de última hora fue la retirada del consorcio formado por el grupo Lena y Wind Wind Ibérica, por no ajustarse a la regla de obligatoriedad de abastecimiento en exclusivo para un único cliente.
De los cuatro candidatos, tan sólo tres se presentan a las dos fases del concurso, una de 800 megavatios (MW) y otra de 400 MW, ya que el consorcio Eólicas de Portugal, liderado por EDP, solamente presentó una propuesta para la licencia de mayor potencia y corre el riesgo de perder cualquier oportunidad de crecimiento en este sector si no queda clasificada en primer lugar.
El consorcio Novas Energías Ibéricas, liderado por la española Iberdrola asociada a Gamesa y las portuguesas Visabeira, Alberto Mesquita, Meci y Galucho, fue el primero en presentar su proyecto, en el que está prevista
De éstos, 135 millones de euros se destinarán para la construcción, en los próximos dos años, de cinco fábricas (de torres, palas, electrónica de potencia, montaje de aerogeneradores y un centro logístico) en el centro-norte del país. Este proyecto generará 700 puestos de trabajo, directos e indirectos, además el grupo aseguró que ya tiene garantizados encargos para ocho años.
Desde que el Gobierno portugués anunciara el pasado 18 de julio el concurso para licitar 1.700 megavatios (MW) de potencia eólica, han sido muchas las propuestas, pero al final solamente cuatro se han concretado.
El concurso se realizará en dos fases a lo largo de 2006. En la primera, que se inicia ahora y abarca hasta finales de julio, se lanzarán dos lotes, uno de 1.000 MW y otro de 500 MW, con el objetivo de crear un "cluster" industrial. En la segunda, hasta finales de año, se atribuirán 200 MW más de potencia a pequeños promotores con el objetivo de asegurar la equidad nacional.
Los intereses españoles en este concurso también están presentes en el consorcio Ventonorte, liderado por EUFER (20% Unión Fenosa y 80% la italiana Enel), junto con los promotores alemanes de WPD, los fabricantes de tecnología indios Suzlon y la portuguesa Enervento. Todavía no se conoce la inversión de este proyecto.
Las otras dos propuestas son las del consorcio Ventiveste y Eólicas de Portugal. El primero, liderado por Galp junto con Martifer, Enersis, Eface y Power Blades, tiene previsto una inversión de 1.035 millones de euros si gana la primera fase del concurso. Su objetivo es crear nueve parques eólicos asociados a 23 unidades industriales, que generarán 1.250 puestos de trabajo. Además, cuenta con exportar durante los 17 años de vida previstos para el proyecto, cerca de 3.600 millones de euros.
El consorcio Eólicas de Portugal, liderado por EDP junto con Enercom, TP, Generg, SIIF y EDF, presentó un proyecto industrial que envuelve la construcción de 6 fábricas y un centro logístico de apoyo a todas las operaciones de Enercom en la Península Ibérica. Las unidades fabriles estarán localizadas en el norte del país, en el municipio de Viana do Castelo, y crearán 1.200 puestos de trabajo. Además está prevista la creación de dos fábricas de torres, una para metálicas y otra para anillos prefabricados de cemento.
El Programa de Inversiones en Infraestructuras Prioritarias del Gobierno 2005-2009, destina 5.570 millones de euros al sector de la energía, de los que 2.530 millones corresponden a la producción de energía eólica (303 millones proceden de la inversión pública y los 2.200 restantes del sector privado).
El concurso lanzado por el Gobierno portugués tiene como objetivo crear "clusters" industriales (zonas geográficas que concentran varias empresas con actividades semejantes, relacionadas o complementarias, que comparten infraestructuras, mercados de trabajo y de servicios) y generar 1.600 puestos de trabajo.
Entre los criterios finales de evaluación para la primera fase está la creación de un "cluster" industrial para el sector, que el impacto económico suponga una reducción del 5% en la tarifa, que se fomente la gestión técnica y la apuesta en la innovación.
