PEKÍN, 25 Oct. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Débora Altit) -
Los representantes de la séptima cumbre Asia-Europa (ASEM), que ha reunido durante dos días a los líderes de 45 países en Pekín, anunciaron su intención de que la reunión que tendrá el próximo 15 de noviembre en Washington permita acordar soluciones para encarar la actual crisis financiera.
"Sí, en Washington habrá decisiones concretas. Hemos tenidos conversaciones conjuntas y bilaterales y todos deseamos que Washington sea un lugar en el que no nos limitemos a hablar, tenemos que tomar decisiones", declaró el jefe de Estado francés y presidente de turno de la Unión Europea, Nicolas Sarkozy, en una rueda de prensa conjunta con el primer ministro chino, Wen Jiabao, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, y el sultán de Brunei, Haji Hassanal Bolkiah, como colofón a la cumbre ASEM.
Sarkozy confirmó también que en la cumbre estadounidense se tratarán también los problemas que afectan a actual situación monetaria.
"Es simplemente imposible hablar de impuestos y de la crisis financiera y no tratar la cuestión monetaria. Se discutirá todo", dijo Sarkozy.
El primer ministro chino, por su parte, declaró que la respuesta a la actual crisis se resume en tres palabras "confianza, cooperación y responsabilidad", y que el encuentro en Washington es la oportunidad de "demostrar la actitud de cooperación", señaló Wen.
"En la cumbre de Washington tendremos una participación activas", adelantó el 'premier', que monopolizó buena parte de la rueda de prensa.
Wen solicitó además, que, en este proceso de colaboración internacional se aclaren las responsabilidades de "Gobiernos, compañías y reguladores", y puso el énfasis en las "lecciones" que deben sacarse de esta crisis, que a su juicio vienen de la mano de una mayor regulación.
"Hay que manejar correctamente la innovación financiera y la regulación. Hace falta una innovación financiera para resolver la situación económica, pero hace falta aún más regulación para garantizar la seguridad financiera y de la economía real. La economía virtual debe coordinarse con la economía real", manifestó el 'premier' chino, en una clara defensa de la economía china, donde el sector bancario y financiero continúa fuertemente controlado.
El primer ministro chino reconoció que la economía china, que entre enero y septiembre creció un 9,9% (por primera vez por debajo del 10% en los últimos seis años) se ha visto afectada por el entorno económico internacional, pero defendió la estrategia china y pronosticó que la principal aportación del gigante asiático a la estabilidad a la economía mundial será continuar con su modelo de crecimiento rápido y constante.
"Empezamos a regular bastante pronto, en junio, con una política de flexibilidad y estabilidad desde entonces. Hemos puesto en práctica una política de control macroeconómico, y también estamos prestando atención a la inflación y al incremento del consumo interno. China tiene una amplia zona rural y todavía tenemos margen para incrementar el consumo y seguir teniendo un crecimiento rápido y estable", arguyó.
Jose Manuel Durao Barroso, mientras tanto, realizó una llamamiento a la unidad --"estamos en un momento es que es necesario un trabajo en equipo mundial", dijo--, pero, sobre todo, aprovechó su breve intervención para recordar que el planeta también afronta otros desafíos que no pueden dejarse de lado.
"La crisis financiera no es una razón, y no debería ser un pretexto, para no manejar de forma correcta el cambio climático", recalcó el presidente de la Comisión Europea.
El portugués señaló que si el mundo no toma medidas efectivas ya se producirán mayores amenazas, y apuntó que este acuerdo internacional debe producirse teniendo como base el consenso de Bali y a través de los próximos encuentros de Poznan (en diciembre) y Copenhague (en 2009).
