MADRID, 4 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU) calcula que cada consumidor gastará una media de 125 euros durante las primeras rebajas de 2008. CECU recordó a los compradores que exijan la misma calidad en los productos y recomendó consultar las posibilidades de cambio o devolución de los productos, según un comunicado hecho público hoy.
Cerca del 70% de los consumidores esperan a las rebajas para comprar determinados artículos. El 35% de los compradores opta por adquirir ropa, el 27% se decanta por el calzado y el 16% gastará su dinero en la compra de complementos, según los datos de una encuesta realizada por la Asociación Valenciana de Consumidores y Usuarios (Avacu) y hecha pública CECU.
El próximo 7 de enero darán comienzo las primeras rebajas de 2008 en la mayoría de comunidades, Madrid y Castilla la Mancha las iniciaron el pasado 2 de enero.
El 50% de los consumidores encuestados comprueba el precio de lo que desean comprar antes de las rebajas para verificar si existe diferencia después. La ley exige que todos los artículos que se vendan en rebajas hayan estado a la venta con anterioridad en el establecimiento.
El 12% de los consumidores afirma ser menos exigente con la calidad de los productos que adquieren por el hecho de estar rebajados, aunque los derechos que tiene el comprador son los mismos durante la época de rebajas que el resto del año.
La normativa prohíbe vender artículos defectuosos o con taras como rebajas, diferenciando así este periodo frente a otras prácticas comerciales como pueden ser los saldos, las liquidaciones producidas como consecuencia de una decisión judicial o por cesación de la actividad y el cambio de ramo, local u obra.
CECU recordó que dentro del periodo legalmente establecido cada establecimiento podrá elegir las fechas y la duración que desee, siempre con un mínimo de una semana y un máximo de dos meses, deberá aceptar el pago con tarjeta de crédito y marcar los productos con el precio antiguo y el rebajado.
En cuanto a los cambios o devoluciones, los comercios pueden no admitirlos siempre y cuando el producto no sea defectuoso y que así lo publiciten. Por este motivo, se aconseja al consumidor que se informe de esas posibilidades.
