DUBLÍN, 11 Dic. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Aer Lingus, Colm Barrington, y el consejero delegado, Dermot Mannion, trasladaron hoy al ministro de Transporte irlandés, Noel Dempsey, el rechazo de la compañía a la oferta de compra "no solicitada por los accionistas" pero presentada por Ryanair.
Así, los máximos representantes de la aerolínea "dejaron claro" al ministro que la junta de accionistas ha "rechazado una oferta que infravalora significativamente a Aer Lingus y que permitiría a Ryanair establecer un monopolio en el transporte aéreo desde y hacia Irlanda".
Además, el presidente y el consejero delegado de Aer Lingus consideraron que hay "significativas deficiencias" en la propuesta de Ryanair, que serán detalladas pronto en una circular de respuesta que será enviada a todos los accionistas.
El ministro de Transporte también fue informado de los recientes acuerdos que Aer Lingus ha cerrado con los miembros de los sindicatos Siptu e Impact --los principales en la aerolínea--, gracias a los cuales se producirá una mejora de la productividad de los empleados y un ahorro de costes.
Asimismo, los máximos directivos de la aerolínea irlandesas destacaron la "fuerte situación financiera" de la aerolínea, que le permitirá seguir ofreciendo una "vigorosa" competencia en defensa de los intereses de los consumidores que vuelen hacia y desde Irlanda.
En este sentido, Barrington y Mannion subrayaron que la oferta presentada por Ryanair es un "esfuerzo para eliminar la competencia en el mercado irlandés, que sería un desastre para el Gobierno e inaceptable tanto para los consumidores como para la Comisión Europea".
Después de la reunión, Mannion consideró haber mantenido un encuentro "productivo" con el ministro, en el que pudo transmitir el "comprensivo rechazo" a la oferta de Ryanair de los accionistas.
"Ryanair no se puede olvidar de que Aer Lingus es y será su más feroz competidor dentro y fuera de Irlanda", recalcó el consejero delegado, quien consideró que la oferta de 525 millones de euros es una "suma patética" en comparación con los 1.300 millones de euros de la caja de la compañía, así como del "importante" valor de la flota y de los 'slots' --derechos de despegue y aterrizaje-- en Londres-Heathrow.
