Economía/Empresas.- Bruselas investiga la ayuda de 40 millones que Italia concedió para reestructurar una empresa textil

Actualizado: miércoles, 26 septiembre 2007 20:47


BRUSELAS, 26 Sep. (EUROPA PRESS) -

La Comisión Europea abrió hoy una investigación para evaluar una serie de ayudas por valor de 40,7 millones de euros con los que Italia pretende financiar la restructuración de la productora textil Legler S.p.A., al considerar que podría tener un impacto negativo sobre la competencia en este sector. Además, Bruselas duda de que la empresa vaya a se rentabilidad de nuevo con su plan de reestructuración.

Legler S.p.A es una empresa textil operativa en las regiones italianas de Lombardía y la Cerdeña que se dedica a la producción de vaqueros, pana y otros tejidos de algodón.

Según informa Bruselas en un comunicado, el grupo ha atravesado dificultades financieras durante varios años y actualmente está llevando a cabo una restructuración. Con la intención de ayudar a la empresa en este proceso, Italia quiere ofrecerle 13 millones de euros en concepto de garantía a largo plazo, 13, 2 millones en forma de subvención directa y la conversión en capital de unas deudas por valor de 14,5 millones de euros contraídas con la empresa pública Società Finanziara Industriale Rinascita Sardegna (SFIRS) en capital.

Las directrices sobre ayudas de rescate y restructuración adoptadas en 2004 contemplan la posibilidad, en determinadas circunstancias, de ayudar a restaurar la viabilidad a largo plazo de compañías en crisis. No obstante, Bruselas duda de que en este caso se cumplan los requisitos que establecen estas directrices, por lo que, antes de dar su visto bueno, quiere aclarar cómo se llevará a la práctica y cómo se financiará el plan de restructuración y si con él la empresa recuperará la rentabilidad a largo plazo.

El Ejecutivo comunitario tampoco comparte con Italia la opinión de que la conversión de deuda en capital por valor de 14,5 millones de euros a favor de SFIRS no constituye ayuda pública, ya que respeta el principio del inversor privado, en base al cual se considera ayuda pública toda inversión pública en una empresa que no fuera aceptable por un hipotético inversor privado en condiciones normales en una economía de mercado.

Además, uno de los principios fundamentales de las directrices de 2004 es que, en toda operación de restructuración, el beneficiario de la ayuda está obligado a financiar una parte sustancial de los costes, por lo que el Ejecutivo comunitario necesita verificar si el grupo podría haber financiado la restructuración con sus propios medios y cuál sería su contribución al proceso.

Finalmente, la Comisión sostiene que Italia no le ha comunicado ninguna medida para compensar la distorsión de la competencia que pueda causar la ayuda.