MADRID, 14 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Cámara de Comercio de Madrid participó hoy en el Parlamento Europeo de las Empresas, en el que 790 compañías de los 27 países miembros de la Unión Europea (UE) tomaron la palabra para pedir un entorno más favorable para la actividad empresarial debido a la especial coyuntura económica por la que atraviesa Europa.
Los empresarios han querido elevar a las altas instancias europeas su opinión sobre los temas cruciales que afectan directamente a su actividad. La necesidad de que el mercado único funcione correctamente como un auténtico mercado interior y el acceso a una energía fiable y disponible a precios competitivos han sido algunos de los temas prioritarios a tratar en esta sesión, organizada por Eurocámaras, la asociación que engloba a más de 2.000 Cámaras de Comercio europeas.
En la sesión inaugural, intervinieron el presidente del Parlamento Europeo, Hans-Gert Pöttering; el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso; el secretario de Estado francés de Comercio, Hervé Novelli; y el presidente de Eurocámaras, Pierre Simon.
El vicepresidente primero de la Cámara de Madrid, Miguel Corsini, forma parte de la delegación empresarial española en representación de las empresas madrileñas. La delegación española está compuesta por 54 empresarios, miembros de los Plenos de las Cámaras, de todas las comunidades autónomas y de todos los sectores productivos.
Las Cámaras españolas consideran esencial que "si Europa quiere responder con éxito a la actual crisis de los mercados financieros y a la recesión económica, así como hacer frente a las demás economías mundiales en un mercado global cada vez más competitivo, las instituciones de la UE deben de adoptar una política favorable a la empresa".
Entre las medidas defendidas por Eurocámaras para facilitar la creación y consolidación de empresas como medio para aumentar la competitividad y la prosperidad europeas, destaca el proporcionar a las pymes acceso al mercado único. Según las empresas, "la legislación relativa al mercado interior, tanto la ya existente como la de nueva adopción, debe aplicarse de forma rigurosa y coherente para eliminar así el gran número de barreras que aún dificultan la libre circulación de mercancías, servicios y capital".
Otro de los objetivos será facilitar el acceso a los mercados mundiales. A juicio del sector, "la UE debe trabajar, junto a las Cámaras de Comercio europeas, para crear instrumentos y políticas que permitan a las empresas aprovechar las oportunidades que ofrece la globalización y minimizar los riesgos derivados del comercio desleal y del proteccionismo a ultranza".
También quieren que sus esfuerzos sirvan para reducir la carga administrativa de las pequeñas y medianas empresas europeas, así como todos los trámites que han de realizar para cumplir con las diferentes normativas. Esta cuestión debe de ocupar un lugar privilegiado en el desarrollo de nuevas políticas.
Los empresarios aspiran, igualmente, a formar una mano de obra especializada acorde con las necesidades del mercado. Según apuntan, "la UE y las Cámaras de Comercio deben unirse para hacer frente al desequilibrio existente entre la demanda y la oferta de cualificaciones en el mercado laboral".
"Europa debe fomentar la cooperación entre los representantes de las empresas y el sector educativo e invertir en la implantación de sistemas educativos modernos y flexibles, defienden.
SOSTENIBILIDAD ENERÉGITA
Otra de sus aspiraciones se centra en fomentar la sostenibilidad energética y medioambiental para lograr el ambicioso objetivo 20/20/20. Para ello, según el sector, "la Unión Europea ha de crear un contexto que permita a las empresas beneficiarse de las ventajas competitivas que ofrecen las tecnologías ecológicas y las energías renovables". "Paralelamente, la UE también debe promover la diversidad energética y garantizar la seguridad estratégica en el suministro de energía", agregan.
Asimismo, quieren que se fomente el espíritu emprendedor, dado "el destacado papel que desempeña la iniciativa emprendedora a la hora de garantizar el dinamismo, la innovación y la prosperidad, la UE debe colaborar con la comunidad empresarial para potenciar la imagen del empresario, reducir la aversión al riesgo y promover la creación de empresas como una actividad fructífera y rentable haciendo hincapié en su contribución socioeconómica".
Entre los objetivos también figura estimular la innovación, puesto que "Europa necesita instaurar las condiciones necesarias para que se fomente la innovación a todos los niveles" a través de la inversión, la promoción y la puesta en marcha de actividades de I+D+I, redistribuyendo "el presupuesto de la UE, mejorando el régimen de los derechos de propiedad intelectual, promoviendo el lanzamiento clusters eficaces y la acción del nuevo Instituto Europeo de Innovación y Tecnología".
