BRUSELAS, 26 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Europea autorizo hoy la compra del operador de cable belga Telenet por parte de Liberty Global Europa, filial del operador estadounidense LGI, así como la adquisición vinculada de UPC Bélgica por parte de Telenet, tras constatar que la operación no tendrá un impacto negativo sobre la competencia.
LGI suministra servicios de televisión, telefonía y acceso a Internet a través de cable en 17 países, entre ellos Países Bajos (UPC Países Bajos) y Bélgica (UPC Bélgica). Esta última empresa está activa en las regiones de Lovaina y Bruselas. Telenet explota por su parte la red de cable más importante de Bélgica y concentra sus servicios esencialmente en la región de Flandes.
Se trata de dos operaciones ligadas. En Bélgica, LGI cede su filial UPC Bélgica a Telenet y, paralelamente, LGI adquiere un paquete de acciones de Telenet para asumir el control de la compañía. Estas dos operaciones, estrechamente ligadas e interdependientes en el plano económico, han sido consideradas por la Comisión como una concentración única.
Bruselas ha estudiado su impacto en el mercado minorista y mayorista de la televisión por cable en Bélgica. A nivel de la distribución minorista, la única zona geográfica donde el proyecto de concentración produciría un solapamiento de las redes de cable es Lovaina. La extensión de la cobertura de la red de las partes en Bélgica sería marginal y no modificaría significativamente la situación de competencia.
Por lo que se refiere al mercado mayorista, la investigación de la Comisión ha revelado que, teniendo en cuenta la reducida base de abonados de UPC Bélgica, la operación no modificará sustancialmente la posición de la empresa resultante en relación a los difusores de televisión y a los proveedores de programas.
Además, el análisis ha confirmado que las televisiones que desean llegar a los consumidores de la zona lingüística neerlandesa (Países Bajos y Flandes) no negocian generalmente las condiciones de distribución a través de redes de cable sobre una base transnacional, salvo excepciones representadas por algunas cadenas internacionales. Por ello, la operación no modificará sustancialmente los hábitos de negociación.
