BRUSELAS, 15 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Europea autorizó hoy a la empresa estadounidense Sony Corporation a comparar al grupo alemán Bertelsmann la participación del 50% que controlaba en la empresa conjunta Sony BMG, que ambas firmas habían creado en 2004. Tras la operación, Sony será el propietario único de la 'joint venture', que pasará a denominarse Sony Music Entertainment.
El Ejecutivo comunitario llegó a la conclusión de que la concentración no tendrá un impacto negativo sobre la competencia en el mercado europeo. La investigación de mercado permitió constatar que la operación no provocará solapamientos horizontales sobre los mercados de grabación musical ya que Sony no ejerce otras actividades de grabación en el espacio económico europeo.
Bruselas analizó además si la combinación de la actividad de grabación de Sony BMG con la actividad de edición musical de Sony/ATV (otra empresa común con el cantante Michael Jackson) podría tener un efecto negativo sobre las licencias para los distribuidores de música por Internet que combinan los derechos de edición y los derechos de grabación.
Del resultado de este estudio se desprende que la posición de mercado de Sony no plantea problemas de competencia y que los distribuidores de música 'on line' continuarán teniendo acceso a una cartera de derechos musicales suficientemente importantes de otros proveedores.
La Comisión investigó igualmente la integración vertical de las actividades de Sony en la fabricación de productos electrónicos (como reproductores musicales o teléfonos móviles), videojuegos y cine, con las actividades de Sony en la edición y grabación musical.
También en este caso, la conclusión de Bruselas es que Sony seguirá teniendo incentivos para vender su música a todos los fabricantes posibles de reproductores, teléfonos, videojuegos o películas, y que no restringirá el acceso de sus competidores a su catálogo en otros mercados.
De todas formas, los rivales de Sony para estos reproductores, teléfonos, videojuegos y películas continuarán accediendo a una cartera de derechos musicales lo suficientemente amplia en manos de otros proveedores. Además, Sony querrá seguir adquiriendo música para sus propios reproductores, teléfonos, videojuegos y películas de proveedores competidores.
En definitiva, la investigación de mercado de la Comisión ha demostrado, conforme a las decisiones precedentes que autorizaron la creación de Sony BMG en 2004 y 2007, que la transacción no provocará efectos de coordinación entre las grandes empresas musicales.
