Economía/Empresas.- Escándalo en Alemania por supuesto espionaje a los empleados de Lidl

Actualizado: miércoles, 26 marzo 2008 19:17

Los líderes de los partidos alemanes piden una investigación a la fiscalía pública


FRÁNCFORT (ALEMANIA), 26 Mar. (EUROPA PRESS) -

La cadena de distribución alemana Lidl, que cuenta con establecimientos en varios países europeos, incluido España, se encuentra inmersa en un gran escándalo por un caso de presunto espionaje a sus empleados que ha sido destapado por la revista alemana 'Stern'.

La publicación alerta de la existencia de un "espionaje sistemático" a los empleados de varios supermercados de la insignia a través de videocámaras, que se ha dado a conocer a través de cientos de páginas de informes protocolarios internos.

Dichos informes explican con fecha y hora detalles como la frecuencia y la hora en los que los empleados van al baño y la existencia de relaciones amorosas entre los mismos, así como diversos aspectos del carácter de los trabajadores a juicio de los supervisores. Estos documentos proceden de supermercados de baja Sajonia, Renania, Palatinado, Berlín y Schleswig-Holstein.

Por su parte, la cadena de supermercados no ha negado la existencia de estos informes protocolarios, y ha aclarado que "no están destinados a espiar a los trabajadores, sino a detectar malas conductas en los mismos", declaró a la revista una portavoz del grupo, Petra Trabert.

Según explica la revista, los trabajos de espionaje siempre seguían el mismo patrón. Los lunes por la mañana, los detectives contratados por la compañía instalaban entre cinco y diez cámaras en miniatura en el establecimiento. El supervisor de la sucursal era informado de su ubicación y de su instalación, justificada para prevenir robos por parte de clientes.

Por su parte, desde la dirección de Lidl no se ha negado la existencia de estas cámaras. "En esta etapa no puedo descartar que se hayan dado estas órdenes", declaró el directivo de la compañía Jürgen Kisseberth.

El comisionado federal de protección de datos, Peter Schaar, aseguró que las grabaciones de las visitas al baño constituyen "serias violaciones" de los derechos de los trabajadores. "Asumo que tras unas actividades como éstas, las autoridades competentes de protección de datos iniciarán una investigación", aseguró.

CONSECUENCIAS POLÍTICAS

Las reacciones desde los frentes políticos no se han hecho esperar, y tanto los responsables de los partidos CDU y SPD, como los de la derecha, han pedido consecuencias tanto políticas como legales.

El portavoz económico de SPD en el parlamento alemán, Rainer Wend, calificó los hechos de "malsanos" y aseguró que lo que ha tenido lugar es de "una arrogancia desagradable". El político reclamó una investigación criminal de los hechos a la fiscalía pública.

El responsable de los trabajadores del partido CDU, Gerard White, calificó los hechos de simplemente "fantasmales", mientras que desde United Left, su portavoz económico, Herbert Shui, atacó duramente la política empresarial de la cadena, acusando a la empresa de mantener contratados a sus trabajadores en condiciones de marginalidad y calificó los hechos de "tratamiento degradante".