SANTANDER, 12 Ago. (EUROPA PRESS) -
El profesor de Finanzas en la Universidad Libre de Bruselas, Marco Brecht, auguró hoy que la crisis económica provocará un descenso en el valor de las empresas que, en consecuencia, provocará la atención de inversores extranjeros y en especial, de fondos inversores.
Se trata de un fenómeno que se produce en toda Europa y que en España aún no se había dado, debido a que en el país la estructura empresarial concentra la propiedad de los activos en manos españolas, explicó Brecht, quien opinó que será la crisis económica la que traerá a España este fenómeno global.
El profesor de Finanzas realizó estas reflexiones en rueda de prensa, junto al director del Centro de Estudios Monetarios y Financieros (CEMFI), Rafael Repullo, con motivo de su participación en un curso de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) sobre el gobierno de las empresas.
El también director del grupo investigador European Corporate Governance Institute, detalló que estos inversores extranjeros serán principalmente lo que se conoce como "nuevos inversores", como 'hedge funds', fondos de pensión extranjeros o fondos de países que reinvierten beneficios.
En países como Alemania o Bélgica se ha producido la llegada de fondos de origen ruso que se especializan en la energía, lo que ha creado "mucha controversia política", al adquirir estos fondos derechos de participación y control.
El encuentro, que se imparte en inglés y cuenta con alumnos procedentes de toda Europa y de Estados Unidos, es la Escuela de Verano de este grupo investigador europeo, que en otras ediciones se ha celebrado en Amsterdam y Frankfurt, y cuyas conclusiones se conocerán próximamente en Barcelona.
En él, se han abordado otros aspectos, como la corrupción en el seno de las empresas, las remuneraciones de los directivos o la protección de los derechos de los accionistas.
Al respecto, el director del CEMFI, Rafael Repullo, destacó que "las empresas con mejores índices de buen gobierno tienen después buen comportamiento", por lo que abogó porque las empresas "debieran ser las primeras interesadas" en adoptar criterios de buen gobierno, con los que se produce una "creación de valor" para los accionistas, que tradicionalmente son quienes han contado con "menos" protección" entre los distintos colectivos que conforman la empresa.
