MADRID, 16 Jun. (EUROPA PRESS) -
FCC ha desembarcado en Túnez con su negocio de agua al adjudicarse la construcción y operación de la desaladora de la isla de Djerba por un importe de 70 millones de euros, según informó el grupo.
Con este proyecto, la compañía refuerza la internacionalización de Aqualia, su filial de agua, que de esta forma está ya presente en un total de 18 países.
Además, Aqualia consolida su negocio en el Norte de Africa, donde ya ha construido plantas de tratamiento de aguas en Argelia y en Egipto, y se posiciona ante las inversiones en instalaciones de agua que prevé acometer Túnez.
FCC sustenta en su división de agua, junto a la de servicios medioambietales, la expansión por el exterior a la que el grupo confía su crecimiento en los próximos ejercicios, una vez que prácticamente ha cerrado el plan de ajuste y saneamiento que puso en marcha el pasado año.
El proyecto de agua logrado ahora en Túnez contempla el diseño, construcción y operación de una instalación de desalación de agua de mar con capacidad para generar 50.000 metros cúbicos de agua potable al día, con el fin de abastecer a unos 150.000 habitantes de Djerba, uno de los principales enclaves turísticos del país.
No obstante, la instalación tendrá capacidad para ampliar su capacidad hasta los 75.000 metros cúbicos de agua diaria.
El contrato, conseguido en consorcio con Inima, filial española del grupo coreano GS, cuenta con cofinanciación del Banco Alemán para la Reconstrucción y de la Agencia Francesa para el Desarrollo.
Aqualia y su socio deberán instalar además los sistemas de captación de agua de mar y una estación de bombeo y tender 27,3 kilómetros de tuberías para conectar la planta con la red de distribución existente.
