BARCELONA, 25 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Generalitat ha suspendido la autorización de utilizar combustibles alternativos a las cementeras Lafarge de Montcada i Reixac (Barcelona), y Cemex, de Sant Feliu de Llobregat (Barcelona), informó hoy la Conselleria de Medio Ambiente y Vivienda.
La medida está sujeta a la implantación en sendas empresas de medidas correctoras, como reducir partículas y óxidos de nitrógeno para el restablecimiento de la calidad del aire en cuanto a contaminantes, y a los resultados de control de las emisiones e inmisiones de sus instalaciones en un periodo de 18 meses. Si los resultados son desfavorables, la Conselleria estudiará si continuar con la suspensión de la autorización o bien denegarla.
El conseller de Medio Ambiente y Vivienda, Francesc Baltasar, mantuvo hoy una reunión con los alcaldes de Montcada i Reixac, César Arrizabalaga, y de Sant Feliu de Llobregat, Juan Antonio Vázquez, para explicarles la decisión y ofrecerles la posibilidad de organizar comisiones participativas en cada municipio, que contarían con representantes de la Generalitat y con el asesoramiento de empresas especializadas en temas de participación y científicos de la Universidad Rovira Virgili y del Instituto Químico de Sarrià.
USO DE LODOS SECOS COMO COMBUSTIBLE ALTERNATIVO.
Paralelamente, la fábrica de cemento de Vallcarca, en Sitges (Barcelona), continuará participando en la experiencia de quema de lodos de depuradoras de aguas residuales urbanas de la región metropolitana de Barcelona.
El resultado de las pruebas medioambientales de utilización de lodos secos de depuradoras de aguas urbanas en hornos de fabricación de clínquer, hechas entre los años 2005 y 2006, reveló que el uso de estos lodos para sustituir hasta un 20% de coque de petróleo representó un ahorro de emisiones de gases con efecto invernadero equivalente a 9.000 toneladas de CO2.
En este sentido, el proyecto confirmó una mejora ambiental importante. Este mecanismo se ha implantado con éxito en Austria, Bélgica, Dinamarca, Holanda, Luxemburgo y Suiza.
Los combustibles alternativos en fábricas de cemento contribuyen tanto al cumplimiento del Protocolo de Kioto -ya que se ahorran combustibles convencionales- como a la mejora ambiental del país, puesto que se valorizan productos que en otro caso tendrían un impacto negativo porque se tendrían que trasladar a depósitos controlados.
