MADRID, 8 Jun. (EUROPA PRESS) -
Indra celebrará mañana sus quince primeros años de historia, periodo en el que se ha consolidado como la principal empresa de tecnologías de la información en el mercado español y ha conseguido duplicar su capitalización bursátil, que actualmente supera los 2.900 millones de euros.
Desde su salida a Bolsa en marzo de 1999, a un precio de colocación de 8,94 euros por acción, la compañía que preside Javier Monzón ha multiplicado por más de dos su valor en el mercado, según los actuales precios de cotización. Además, desde julio de 1999 forma parte del Ibex 35.
Para la empresa, 2007 fue un año "clave" debido a la integración de Azertia y Soluziona, adquiridas en 2006, y a los resultados consolidados, que arrojaron un beneficio neto de 147,8 millones de euros, lo que se traduce en un incremento del 30% respecto a 2006, y una facturación de 2.167,6 millones de euros, un 54% más.
Además, un tercio del negocio de Indra se generó durante el año pasado fuera de las fronteras españolas, principalmente en Europa (51%), y América Latina (28%).
Sus objetivos de crecimiento y rentabilidad para 2008 incluyen un aumento del beneficio atribuible de entre el 18% y el 22%, y un incremento de ventas de entre el 8% y el 10%, principalmente en los mercados internacionales. Asimismo, espera elevar la contratación entre un 9% y un 10%.
El próximo 26 de junio, Indra propondrá a sus accionistas el reparto de un dividendo de 0,5 euros por título con cargo a los resultados de 2007, lo que supone un incremento del 25% respecto a la retribución del año anterior.
"COMPAÑÍA GLOBAL" EN 2010.
A principios de este año, el presidente de Indra, Javier Monzón, se refirió a las aspiraciones de la firma tecnológica de convertirse en "compañía global" en 2010, tanto por oferta, como por actividad comercial y modelo de producción.
Indra nació en 1993, fruto de la fusión de Inisel y Ceselsa, y con una clara vocación internacional. De hecho, en el año de su nacimiento estableció una filial en Buenos Aires y consiguió proyectos en varios países, principalmente de América Latina.
Durante sus primeros años se centró en su reordenación y saneamiento, manteniendo la vocación internacional, realizando proyectos intensivos en alta tecnología y un importante esfuerzo inversor en innovación. En 1993 invirtió 4.000 millones de pesetas (24 millones de euros) en innovación.
Entre 1996 y 1999, la firma tecnológica impulsó su proceso de consolidación y crecimiento, afianzando su presencia en el mercado español y consiguiendo niveles de rentabilidad muy favorables.
En la actualidad, Indra mantiene su vocación internacional, con la mirada puesta en Estados Unidos y Australia de cara a embarcarse en posibles operaciones corporativas, siempre de pequeño tamaño. Así lo indicó su presidente, Javier Monzón, a principios de año, y descartó la posibilidad de realizar compras en el mercado español.
La actividad de Indra está organizada en seis segmentos diferenciados: defensa y seguridad, transporte y tráfico, energía e industria, telecomunicaciones y medios, finanzas y seguros, y administraciones públicas y sanidad, que cada año se adjudican numerosos contratos millonarios, tanto dentro de España como en el exterior.
