MOSCÚ, 28 Mar. (EP/AP) -
Un tribunal de Moscú ordenó hoy que supervisores exteriores se hagan cargo de la situación de Yukos, que en su día fue la mayor petrolera de Rusia y muestra ahora crecientes signos de ir a ser declarada insolvente.
El juez Pavel Markov, del Tribunal de Arbitraje de Moscú, ordenó la supervisión y fijó el 27 de junio como fecha de la próxima sesión para decidir si emite un fallo formal sobre la bancarrota de la compañía.
Un consorcio de bancos occidentales pidieron la declaración de Yukos en bancarrota después de que no pagara casi la mitad del préstamo sindicado de 1.000 millones de dólares (828,7 millones de euros) gestionado hace tres años por Société Generale con Deutsche Bank, Citigroup y HSBC.
Los dos supervisores impuestos por el tribunal vigilarán todas las operaciones de la compañía hasta la próxima sesión con el fin de garantizar que no se realicen transacciones para reducir su ya escaso valor.
Tras la sesión, el abogado de Yukos, Drew Holiner, declaró que la orden del juez era un conclusión anunciada. Añadió que el grupo tiene abundantes fondos para saldar algunas de sus deudas, pero que anteriores órdenes judiciales de congelación habían inmovilizado activos que podrían haber sido vendidos para elevar el efectivo.
Markov aceptó una moción de la petrolera controlada por el estado Rosneft, que había reclamado haber adquirido los derechos de la deuda de Yukos de 482 millones de dólares (399,4 millones de euros) a los bancos.
Las vistas sobre la bancarrota podrían ser los capítulos finales de Yukos, creada por el multimillonario Mihail Jodorkovsky para convertirse en la mayor petrolera de Rusia, antes de ser condenado a ocho años de cárcel por fraude y evasión de impuestos en una prisión de Siberia.
Algunos observadores señalaron que el caso fue un freno a sus ambiciones políticas y un paso para reafirmar la influencia del estado en el estratégico sector petrolero ruso.
