CC.OO. pide a Indra que garantice los empleos tras la absorción de Soluziona y Azertia
MADRID, 20 Jun. (EUROPA PRESS) -
Los accionistas de la compañía tecnológica Indra aprobarán durante la junta de mañana, la primera desde que adquirió Azertia y Soluziona, la entrada en su órgano de administración de Luis Lada, ex presidente de Telefónica Móviles, y la familia del Pino, principal accionista de Ferrovial.
El consejo de administración de Indra estableció en 2005 que la permanencia continuada de los consejeros independientes no puede superar los 12 años. Por este motivo, el órgano gestor ha propuesto el cese de los consejeros Manuel Azpilicueta y Juan Carlos Ureta, que serán sustituidos por Luis Lada y Mónica de Oriol.
Durante la reunión que el consejo de la compañía celebrará antes de la junta, está previsto que se apruebe la renovación del órgano gestor, como consecuencia de la entrada de tres grandes accionistas: Unión Fenosa, Cajastur y la familia del Pino. Según las normas de Gobierno Corporativo, los titulares de participaciones significativas y con vocación de permanencia deben estar representados en los órganos de gobierno de Indra.
Dichas sociedades estarán representadas, respectivamente, por Eusebio Vidal-Ribas, consejero director general y primer ejecutivo de Casa Grande de Cartagena, y por Felipe Fernández, director general de Cajastur.
Además, los consejeros dominicales se elevarán a seis, frente a siete independientes y dos ejecutivos, y controlarán un 40% del capital del grupo. El director general de Caja Madrid, Matías Amat, y el presidente de Unión Fenosa, Pedro López Isla, serán dos de los tres vicepresidentes de Indra, según publica hoy el diario "Expansión".
En la junta también se propondrá la baja del vicepresidente ejecutivo, Humberto Figarola, una vez finalizada su relación laboral con la compañía.
Actualmente son titulares de una participación igual o superior al 5% del capital social de Indra: Unión Fenosa, con un 15%, Caja Madrid, con un 13,33%, Casa Grande de Cartagena, con un 5,68% y Cajastur, con un 5%.
Por otra parte, Indra propondrá el reparto de un dividendo extraordinario que, sumado al ordinario, supondrá duplicar el abonado el año anterior. El pago de este dividendo supone destinar una cuantía total de 128 millones de euros a retribuir a sus accionistas, cantidad que equivale a 1,12 veces el resultado atribuible del ejercicio 2006.
Asimismo, se someterá a votación de los accionistas una reducción de capital social mediante amortización de las 80.910 acciones rescatables de clase 'C' y los 42.648 títulos rescatables de la clase 'D'.
En el orden del día también figura el nombramiento de auditores, el cese y nombramiento de consejeros, así como la modificación del reglamento de la junta para permitir el fraccionamiento del voto en las juntas de accionistas.
PRIMERA JUNTA DESDE LA COMPRA DE AZERTIA Y SOLUZIONA.
En la junta, los accionistas aprobarán la fusión por absorción de Azertia, Soluziona y BMB con el objetivo de dar lugar a una "estructura societaria simplificada y coherente con la actual organización operativa de los negocios".
Además, Indra iniciará de forma simultánea el proceso para aglutinar en sendas compañías especializadas las actividades de BPO, de un lado; la red de centros de desarrollo de software por otro; y las actividades de consultoría estratégica y de negocio.
A finales del pasado mes de julio, Indra anunció las compras de las compañías de tecnologías de la información Azertia y Soluziona. En el caso de la primera, suscribió un contrato de compra con IBV, participada por Iberdrola y BBVA, para comprar el 100% del capital social de la compañía por un importe de 118,8 millones de euros.
Tan sólo dos días más tarde, el 28 de julio, comunicó al mercado un acuerdo de principios para adquirir los negocios de consultoría y tecnologías de información de Soluziona a Unión Fenosa y, a cambio, dar entrada en su capital a la eléctrica, que tomó en ese momento un 11% del accionariado en una operación valorada en unos 280 millones de euros.
La compañía que preside Javier Monzón aseguró que ambas operaciones la convertían en una de las principales compañías del sector de Europa, con una previsión de facturación de 2.000 millones en el horizonte de 2007.
Para acometer la integración de Soluziona, los accionistas de Indra aprobaron durante una junta extraordinaria celebrada en diciembre una ampliación de capital que Fenosa suscribió íntegramente mediante la aportación de los negocios de Soluziona.
COMFIA-CCOO PIDE GARANTÍAS DE EMPLEO.
Coincidiendo con la junta en la que se aprobará la fusión de Azertia, Soluziona y BMB, la Federación de Servicios Financieros y Administrativos de Comisiones Obreras (COMFIA-CCOO) ha llamado a sus delegados para que se concentren frente a la sede social de la empresa mañana a partir de las 11.00 horas.
El objetivo de la movilización es presionar a la compañía tecnológica para que negocie un protocolo de fusión que garantice el empleo y las condiciones de trabajo de sus empleados, ante la inminente integración de las compañías.
Según los sindicatos, desde que la compañía que preside Javier Monzón compró las empresas el año pasado han estado intentando negociar con ellos un protocolo de integración de los empleados de ambas plantillas. Sin embargo, "ninguna de las tres empresas está abierta a adquirir compromisos relativos a los trabajadores en la operación", informó COMFIA-CCOO, lo que deja a los empleados "en situación de desprotección".
Los sindicatos temen que la integración de las empresas, que probablemente tendrá lugar el 1 de octubre, vaya seguida de una nueva segregación en cuatro compañías que ofrezcan "peores salarios, condiciones laborales y perspectivas profesionales que la matriz", situación que afectaría a más de 20.000 trabajadores.
Además, COMFIA-CCOO alerta de que "la negativa de negociar de la empresa llevaría a que las plantillas afectadas se encuentren en el momento crítico de la segregación sin representación sindical y, por tanto, en situación de clara desprotección".
COMFIA-CCOO ha alertado también a los trabajadores de todas las plantillas afectadas, que temen que no se mantengan todos los puestos de trabajo si se duplican las funciones. Asimismo, el sindicato criticó a Indra por "no haber mantenido las condiciones de laborales existentes en procesos de compra anteriores, forzando a la renuncia individual de algunos trabajadores".
