Economía/Empresas.- Portugal garantiza que la granja de Pescanova será compatible con la protección del espacio natural

Actualizado: martes, 9 enero 2007 18:35

Los ecologistas acusan al Ejecutivo portugués de ser más permisivo que las autoridades gallegas


LISBOA, 9 Ene. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Patricia Ferro) - .

El Gobierno portugués garantizará que la construcción de la mayor granja mundial de producción de rodaballo que Pescanova levantará en la localidad lusa de Mira sea compatible con la conservación de este espacio natural.

Aunque el proyecto de Pescanova está ubicado dentro de la Red Natura, no amenaza ningún hábitat prioritario y las intenciones de empresa gallega no colisionan con la legislación ambiental, afirmaron a Europa Press en fuentes de los ministerios de Agricultura y de Medio Ambiente.

No obstante, el proyecto de la multinacional todavía está sujeto a las conclusiones finales del Estudio de Impacto Ambiental, que según el presidente de la Asociación Portuguesa para las Inversiones (API), Basilio Horta, "está muy avanzado y deberá estar concluido como máximo en 60 días".

La organización ecologista Quercus criticó al Ejecutivo luso por aceptar un proyecto en la Red Natura que ya había sido rechazado por la Xunta de Galicia, justamente por estar en esa área natural que protege la biodiversidad europea.

"Es grave el que el Gobierno portugués acepte y apoye un proyecto que fue rechazado en España para Cabo Touriñán, por estar ubicado en una zona de la Red Natura", señaló el colectivo en comunicado.

La granja de rodaballo, que supondrá una inversión de 140 millones de euros, fue calificada por el Gobierno portugués como Proyecto de Interés Nacional (PIN) lo que permite abrir excepciones para permitir la construcción en territorios clasificados de espacios naturales protegidos. Según Quercus, es una decisión "preocupante" porque supone "una falta de respeto por la legislación comunitaria".

En el caso en particular de la piscifactoría de Mira, que deberá iniciar su producción a finales de 2008, Quercus alertó de los riesgos de su construcción por estar localizada al sur de la playa de Mira, con tradición pesquera, pero hoy con un vertiente fuertemente turística.

Así, los ecologistas advirtieron de que la instalación industrial estará a "escasas centenas" de metros de la playa y contigua a zonas turísticas y residenciales, e implicará la destrucción de más de 100 hectáreas de terrenos forestales, "sin olvidar que está en una costa baja, en terrenos próximos al cordón dunar, en una zona sujeta a la erosión del mar", recordaron.

Quercus reconoció que la producción de pescado en cautividad tiene algunas ventajas ambientales, ya que reduce la presión sobre la captura de especies salvajes.

No obstante, llamó para la atención sobre los problemas que acarrea, además de la localización, la producción de forma "excesivamente intensiva", como es el caso de Mira donde las previsiones son 7.000 toneladas anuales. Así, alertó que la polución del agua será alta debido al exceso de carga orgánica y antibióticos.

Por ello, la organización exigió un estudio de impacto ambiental que incluya la ponderación de localizaciones alternativas en zonas "menos sensibles medioambientalmente".

Ante estas acusaciones el ministro de Agricultura, Jaime Silva, afirmó el lunes --durante la firma del acuerdo entre el Gobierno y Pescanova-- que fueron estudiados en conjunto con el ministerio de Ambiente varias ubicaciones compatibles con este tipo de inversión y con la defensa de los valores de la Red Natura y la Reserva Ecológica Nacional y la de Mira era la mejor.

Según indicó el ministro, se impondrán "todas las salvaguardias ambientales que sean necesarias" y apuntó como ejemplo que los tubos irán enterrados hasta una distancia de 500 metros del mar, lo que supondrá alterar en parte las dunas, pero después serán repuestas, tendrá tratamiento de efluentes y la captación de agua para los tanques se realizará a 3.000 metros de la costa.

Este último aspecto también permitirá a Pescanova garantizar que la temperatura del agua no exceda de los 18 grados, ya que el rodaballo exige aguas más frías y Miras está en el límite sur de la temperatura ideal para esa especie.

En el estudio preliminar, el Instituto de la Conservación de la Naturaleza verificó, según confirmó el presidente de API, que "a priori" no estarían en causa hábitats clasificados como prioritarios por la legislación comunitaria, aunque esta información tiene que ser confirmada en el estudio del impacto ambiental.

La acuicultura está considerada por el Gobierno que preside el socialista José Sócrates como uno de los sectores prioritarios en el próximo Marco Comunitario de Apoyo, el problema es que este tipo de proyectos tienen que estar ubicados en el litoral y prácticamente todo el litoral portugués está incluido en la Red Natura, a excepción de los tramos entre el sur de Esposende y Ovar, Figueira da Foz y Caldas da Rainha, la región de Sines y una pequeña zona en el Algarve.