Economía/Empresas.- Primeras marcas de moda internacionales y nacionales encuentran dificultades para abrir en Palma

Actualizado: domingo, 6 abril 2008 17:10

Los elevados precios y las reducidas dimensiones de los locales condicionan la entrada de nuevos operadores

PALMA DE MALLORCA, 6 Abr. (EUROPA PRESS) -

Un número cada vez mayor de primeras marcas de moda textil y de calzado internacionales y nacionales encuentran dificultades para abrir en Palma, debido a los elevados precios y, especialmente, a las reducidas dimensiones de los locales en el casco antiguo de la ciudad, donde concentran las calles consideradas más comerciales, circunstancias que están condicionando la entrada de nuevos operadores.

Así lo confirmaron a Europa Press fuentes de la consultora Internacional CB Richard Ellis (CBRE), que matizaron que el llamado 'high street' de Palma sufrió algunos cambios en los últimos años, y actualmente está formado por Jaime III, calle Unión, Borne, Avenidas --a la altura de El Corte Inglés-- y calle colón, aunque esta última recibe demanda por parte de joyerías.

Tras este primer grupo de calles, se encuentran las llamadas de 'segunda línea', que, según la demanda, actualmente está conformada por Sant Miquel, Sindicato y Olmos; que tienen una demanda más intensa entre las firmas nacionales, también del sector de moda y, a mayor distancia, del de la telefonía móvil. Aunque cabe señalar que, en ambas zonas también se registran aperturas de comercios de alimentación --delicatessen-- y perfumerías.

Bien sea en primera línea o en segunda, CBRE confirmó que son muchos los operadores que tienen intención de establecerse en Palma y, concretamente, en el centro de la ciudad; pero encuentran dificultades para hacerlo a causa de la "escasez de superficie", lo que ha obligado a otros comercios que necesitan más espacio, como los de electrodomésticos, a desplazarse progresivamente a los polígonos industriales que rodean la urbe.

En cambio, para las primeras marcas no existen "hoy por hoy" zonas comerciales alternativas en la capital balear y "siempre hay muchas negociaciones en marcha a la vez", porque las compañías con interés en establecerse tienen claro dónde desean hacerlo, llegando a especificar a la consultora "entre qué números de una determinada calle quieren abrir" su tienda, además del tamaño del escaparate que necesita.

Sin embargo, estas exigencias resultan cada vez más difíciles de satisfacer, porque los locales del centro de Palma se caracterizan por ser "mucho más pequeños que los que puedes encontrar en otras ciudades" y, además, "requieren muchas más reformas, porque frecuentemente se han quedado obsoletos al provenir de rentas antiguas", señaló CBRE.

NEGOCIACIONES LENTAS

Toda esta situación se traduce en unas negociaciones "muy lentas y que nos llevan mucho tiempo", porque, por un lado, los precios son elevados y, por otro, el tamaño y las condiciones de la oferta no se corresponden con ellos. De tal modo, que "se tienen que alinear muchos planetas para que la operación salga", según la experiencia de esta consultora internacional con amplia experiencia.

En cuanto a la posibilidad de contemplar la apertura de establecimientos en otras zonas de Palma distintas del centro, CBRE expuso que las firmas que se ponen en contacto con su delegación de Palma también "muestran interés" por abrir en centros comerciales, pero actualmente sólo funciona el de Porto Pi, cuyos locales ya están ocupados, mientras que en Playa de Palma se da una experiencia fallida y otra --Ses Fontanelles-- aún por desarrollar.

DECLIVE DE OLMOS

La calle Olmos de Palma, que hasta los 90 era considerada la principal calle comercial de la ciudad, experimenta actualmente un declive, ya no figura entre las 'high street' y, de hecho, en CBRE apenas se animan a considerarla en la 'segunda línea'. La causa es que sus clientes rehuyen ubicarse al lado de comercios que ofrecen calzado fabricado en China y ofertado a bajo precio.

Precisamente, esta es una de las tendencias que están experimentando una mayor progresión en los últimos tiempos en la capital balear, donde este tipo de establecimientos --explotados generalmente en régimen de alquiler-- y que son completamente legales, empieza a abrir incluso en Jaume III, considerada una de las calles comerciales por antonomasia de la ciudad.