MADRID, 4 Abr. (EUROPA PRESS) -
Sacyr Vallehermoso ha retomado las negociaciones con un grupo de inversores institucionales franceses para vender el 33,3% que tiene como primer accionista de Eiffage, una vez que la Corte de Apelación de París le ha eximido de lanzar una oferta de compra en metálico por la constructora gala.
Las conversaciones han permitido incluso fijar un precio orientativo para la operación en alrededor de 63 euros por acción, según publica el diario galo 'Les Echos' en su edición de hoy.
Este importe es un 6,52% superior al cierre de Eiffage ayer jueves en bolsa (59,14 euros por acción) y elevaría la operación a 1.955 millones de euros, frente a los 1.900 millones que Sacyr ha invertido en el grupo galo.
Los compradores son una decena de institucionales, entre los que destacan Caisse des Dépots (que ya es accionista de Eiffage con un 8,5% del capital), CNP Assurances, AGF, Axa, BNP Paribas y Groupama, que, según el rotativo galo, han reafirmado su interés por el 33,3% de Eiffage.
El presidente de Sacyr, Luis del Rivero, ya ha manifestado que el grupo tomará una decisión sobre su participación en Eiffage en el consejo de administración previsto para el próximo miércoles, 9 de abril.
Este hecho ha sido no obstante considerado como algunos de los inversores interesados en la compra en tentativa de tensar una subida del precio de la operación o de suscitar ofertas competidoras.
DOS AÑOS DE ENFRENTAMIENTO.
La eventual salida de Sacyr de Eiffage se produciría dos años después de que convertirá en su primer socio y no pudiera por contra entrar en el consejo de administración de la compañía ni participar en su gestión.
El enfrentamiento entre el grupo español y los accionistas galos de Eiffage derivó en un contencioso judicial que, tras la sentencia del miércoles de la Corte de Apelaciones, queda ahora pendiente de la resolución del Tribunal de Comercio de Nanterre, prevista para el próximo 6 de mayo.
Sacyr impugnó ante esta instancia la última junta de accionistas de Eiffage, en la que los directivos de la compañía GALA eliminaron de derechos de voto a socios minoritarios españoles por considerar que estaban concertados con Sacyr.
