VALLADOLID, 24 Mar. (EUROPA PRESS) -
Los responsables de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) en Castilla y León advirtieron hoy de que el acuerdo de reestructuración del sector remolachero-azucarero firmado el pasado 10 de marzo entre la Consejería de Agricultura y las empresas azucareras Ebro y Acor no sólo será negativo para los remolacheros sino que también será perjudicial para los intereses de la cooperativa azucarera.
Según aseguró UPA a Europa Press, las condiciones recogidas en el citado acuerdo obligará a los socios de la sociedad cooperativa Acor a perder fondos de reestructuración.
"Las condiciones recogidas en el documento final estipula que Acor se verá obligada a poner fondos propios para mejorar el precio de esta campaña, mientras que la industria Ebro utilizará fondos de reestructuración de los remolacheros para alcanzar los 40 euros/tonelada", explicó UPA en este comunicado.
En concreto, Ebro utilizará al menos 6 euros procedentes de la reestructuración mientras que Acor sólo podrá mejorar el precio con presupuesto de la propia cooperativa.
Por otro lado, UPA recordó que este acuerdo de reestructuración también recoge los años de referencia de las entregas de remolacha realizadas en Acor correspondientes a las campañas 2004-05, 2005-06, 2006-07 y 2007-08.
Además y teniendo en cuenta que en la campaña 2005-06 se traspasaron en torno a 30.000 toneladas de Ebro a Acor en cumplimiento de la sentencia del Tribunal de Defensa de la Competencia, hay remolacheros socios de Acor que se han acogido al Plan de Abandono y sólo percibirán ayuda de reestructuración de las 3 últimas campañas de esta cuota traspasada en vez de las cuatro.
"Esto se debe a que en la campaña 2004-05, debido a ese trasvase de cuota algunas entregas se realizaron en las fábricas de Ebro, y esta campaña no es utilizada como referencia por Ebro, por lo que hay cultivadores que perderán la indemnización correspondiente a estas toneladas", advirtió UPA.
Para esta organización profesional agraria, se trata de un acuerdo que "atenta" contra los intereses de los propios remolacheros y que hace saltar por los aires la interprofesión del sector, "que durante varias décadas ha permitido consensuar magníficos acuerdos entre industrias y organizaciones agrarias garantizando estabilidad al cultivo más social de nuestra Comunidad Autónoma".
