Socialistas y comunistas vuelven a pedir la suspensión del proyecto en el primer día de discusión en la Asamblea
PARIS, 7 Sep. (Del corresponsal de EUROPA PRESS, Javier Gómez Muñoz) -
El primer ministro francés, Dominique de Villepin, afirmó hoy, en una entrevista televisada, que su "voluntad" es no recurrir al decreto ley y debatir con la oposición la fusión decidida por el Gobierno entre la gasista pública GdF y Suez.
La oposición parlamentaria de izquierdas en Francia, compuesta por el Partido Socialista y el Partido Comunista, ha presentado 137.347 enmiendas al proyecto, que, de ser debatidas, obstruirían la sede parlamentaria durante meses.
Por ello, el primer ministro pidió a la oposición que no "haga obstrucción" y retire sus enmiendas. "No es sano multiplicar las enmiendas", criticó Villepin, quien consideró que la estrategia seguida por los grupos parlamentarios contrarios al Gobierno "roza el ridículo".
En la Asamblea Nacional comenzó hoy el debate general sobre la fusión, en medio de las protestas de los parlamentarios comunistas y socialistas por no disponer por escrito de las condiciones que la Unión Europea (UE) impuso a Francia para permitir la unión de estas dos empresas. El Partido Comunista ha solicitado con éxito dos veces la suspensión de la sesión y sus dirigentes han asegurado que no permitirán el inicio del debate al no haber tenido conocimiento de la integridad de las reglas que impone Bruselas.
"No se puede decretar el fin del servicio público a escasos meses de las elecciones presidenciales", protestó en la Asamblea el líder socialista, François Hollande, quien pidió al Gobierno que paralice el proyecto y lo convierta en uno de los ejes de debate de la campaña por la jefatura del Estado. "No es necesario privatizar hoy GdF, y más cuando hoy hemos sabido que no se cumplen las condiciones para la fusión y que GdF debería ceder parte de sus activos", añadió.
En relación a las divisiones de la UMP (centroderecha, en el Gobierno) sobre la cuestión, el jefe del Ejecutivo aseguró que "a pesar de las interrogaciones" de algunos sectores de la mayoría, ésta se encuentra unida "en lo esencial" para llevar a cabo la fusión.
Dado que existe una ley que impide al Estado reducir su porcentaje en GdF por debajo del 70 por ciento, y que el proyecto pretende dejar en manos públicas sólo el 34,5 por ciento de la empresa resultante de la fusión, el Gobierno está obligado a recibir el aval de Asamblea y Senado.
El Ejecutivo galo de Dominique de Villepin 'patrocinó' e impulsó esta operación económica para así la OPA hostil sobre Suez de parte de la eléctrica italiana Enel, que sigue atenta la evolución del debate parlamentario por si pudiese volver a intentar un desembarco en la empresa gala.
El presidente de la Asamblea Nacional, Jean Louis Debré, avisó ayer a la oposición de que está "dispuesto a una discusión general incluso de veinte o treinta horas, antes del examen de los artículos", pero "no a una discusión de las 130.000 enmiendas, que bloquearía la institución parlamentaria".
