TOLEDO, 22 Dic. (EUROPA PRESS) -
Las Cámaras de Comercio e Industria españolas abogan por potenciar el papel de la energía nuclear y reducir la dependencia energética exterior, pues España sólo tiene un 20 por ciento de autoabastecimiento frente al 50 por ciento de la Unión Europea, con el objetivo de mejorar la competitividad empresarial.
Estos datos se desprenden del informe del Grupo de Trabajo de Energía de las Cámaras, presentado el pasado 24 de noviembre por presidente del Consejo Superior de Cámaras, Javier Gómez Navarro, y el presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Toledo, Fernando Jerez.
El estudio incide que en la competitividad, la productividad y el crecimiento económico dependen en gran medida, de la oferta energética. Las previsiones señalan que la demanda de energía en España seguirá creciendo a un ritmo elevado y que en ausencia de medidas concretas que favorezcan un incremento de la oferta se producirán aumentos de precios o problemas de suministro, que pueden afectar gravemente a la competitividad de las empresas españolas.
Por ello, las Cámaras propusieron durante la presentación de este estudio, abrir un profundo debate sobre la energía, con el objetivo de que de acometan cuanto antes las acciones necesarias para disponer de un modelo energético eficiente que garantice el suministro y unos precios competitivos y que, a su vez, sea respetuoso con el medio ambiente.
Las Cámaras, recoge el informe, valoran abiertamente el uso de todas las fuentes energéticas disponibles, desde las energías renovables a la nuclear, y que es preciso desarrollar programas ambiciosos de ahorro que aseguren un uso más eficiente de la energía, informó la Cámara.
CONCLUSIONES, PROPUESTAS Y RECOMENDACIONES.
En un total de 69 páginas, las Cámaras realizan un análisis detallado de los mercados energéticos, del sector eléctrico, del gas, del petróleo y derivado, además de plantear unas perspectivas del sector energético a medio plazo, sin olvidarse de las conclusiones, propuestas y recomendaciones para las empresas del sector.
En la actualidad, España presenta un modelo energético caracterizado por una creciente demanda energética y una elevada dependencia energética exterior, cercana al 80% (frente al 50% de promedio de la Unión Europea). Los riesgos de esta dependencia se agudizan por la concentración de fuentes de suministro.
Asimismo, el país se caracteriza por la exclusión de diversas tecnologías (nuclear y otras) por factores, básicamente, sociopolíticos y regulatorios, en un contexto de reducción del peso de los hidrocarburos y un coste añadido del cumplimiento de los acuerdos del Protocolo de Kyoto.
De este modo, las Cámaras recomiendan potenciar el papel de la energía puesto que a finales del pasado año existían 25 nuevos grupos en construcción, ocho de ellos en Europa. Además, frente al 78 por ciento que representa la energía nuclear de la electricidad total en Francia, en nuestro país supone poco más de una quinta parte con una presencia decreciente. Este tipo de energía tiene ventajas como la de disponibilidad, seguridad de funcionamiento, coste de generación y emisiones. Las Cámaras consideran, por tanto, conveniente la prolongación de la vida útil de las centrales actuales y el desarrollo de nuevas centrales.
REDUCIR DEPENDENCIA.
Reducir la dependencia energética exterior es otra de las propuestas de mejora para el sector recogidas en el estudio. España sólo tiene un 20 por ciento de autoabastecimiento frente al 50 por ciento de la Unión Europea. Casi la mitad del gas natural consumido por los españoles proviene de un solo país. En petróleo (59 por ciento del consumo de energía final) la dependencia exterior es del 99,6 por ciento.
En este sentido, las Cámaras proponen impulsar todos los tipos de energía disponibles, especialmente aquellas con mayor nivel de autonomía, diversificar la energía primaria según su origen, impulsar políticas comunes en el seno de la Unión Europea y no excluir ningún tipo de energía.
Desarrollar nuevas infraestructuras, simplificando los procesos de desarrollo, mejorar el funcionamiento del mercado, revisar los acuerdos de reparto de cuotas de emisión para el cumplimiento de Kyoto, fomentar el papel de las energías renovables e impulsar una nueva potencia nuclear son otras de las conclusiones extraídas del informe del Grupo de Trabajo de Energía.
Por ello, las Cámaras entienden que para el adecuado desarrollo de estas iniciativas sería conveniente un Pacto de Estado por la Energía impulsado por el gobierno central y los principales partidos políticos.
Este pacto traería consigo un entorno seguro en el que llevar a cabo las inversiones necesarias en el sector y la participación de todos los agentes del sector tanto en el debate que genere consenso como el desarrollo de las iniciativas propuestas en este estudio.
