BRUSELAS, 18 Dic. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, ha defendido con informes científicos las líneas rojas de España para el reparto de las posibilidades de pesca para la flota comunitaria en 2013, en una de las primeras reuniones que la comisaria de Pesca, Maria Damanaki, ha tenido con las delegaciones nacionales en el comienzo de las negociaciones en Bruselas.
La comisaria y la presidenta chipriota de la UE han programado hasta la medianoche de este martes reuniones bilaterales con cada país para conocer sus posiciones de inicio. Los ministros no retomarán la sesión sobre pesca hasta las 15:00 horas del miércoles, cuando hayan estudiado una primera oferta de acuerdo que la presidencia querría tener perfilada en torno al mediodía.
La negociación se anuncia "muy complicada" porque parten de una propuesta de la comisaria con reducciones muy drásticas que afectan a "muchos países y a muchas especies", según fuentes conocedoras de los contactos.
España, junto a Francia, Alemania y Reino Unido, han sido las primeras delegaciones en pasar por los llamados 'confesionarios' con la Comisión, por ser los países con mayores intereses en el sector pesquero.
Fuentes diplomáticas han indicado que la reunión de Arias Cañete con Damanaki ha sido "dura y larga", pero que ha permitido al ministro presentar "informes científicos que avalan la posición Española".
A primera hora del día, el ministro Arias Cañete explicaba en declaraciones a la prensa que las "reducciones generalizadas" que defiende Bruselas pueden ser "muy lesivas" para la flota española, sobre todo en stocks como la merluza del Norte, para la que se plantea un recorte de más del 30 por ciento, o el gallo y el rape, de un 20 por ciento.
Tampoco gusta a España las reducciones de hasta el 38 por ciento que quiere imponer la comisaria a las capturas de rape en caladeros nacionales porque sería "muy difícil de asumir" para la flota, ni la rebaja del 20 por ciento para el gallo en las mismas aguas.
Arias Cañete ha afirmado que existen evidencias de que estaría justificado permitir posibilidades de pesca "más generosas" en algunos casos y ha recalcado que muchas de las rebajas "no están basadas en informes científicos sólidos y rigurosos".
Antes de iniciarse las negociaciones, fuentes diplomáticas indicaron que España quiere un aumento del 9 por ciento en la cuota de merluza del norte y un "ligero aumento" para la anchoa del golfo de Cádiz, mientras que apuesta por el 'status quo' para el rape y el gallo del Gran Sol y aguas ibéricas. También aceptaría una "ligera reducción" en las capturas de lenguado, por estar la especie sometida a un plan de recuperación.
