Economía.- La FAO pide a la comunidad internacional que respete sus compromisos de ayuda contra la crisis alimentaria

Actualizado: jueves, 3 julio 2008 21:21

Arremete contra las subvenciones a los biocombustibles y advierte del impacto del cambio climático en la producción agrícola

BRUSELAS, 3 Jul. (EUROPA PRESS) -

El director general de la Organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO), Jacques Diouf, emplazó hoy a la comunidad internacional en Bruselas a "respetar sus compromisos adquiridos en materia de ayuda al Desarrollo", especialmente en el continente africano, para paliar la crisis alimentaria por la que atraviesa media parte del mundo.

A juicio de Diouf, la crisis alimentaria es fruto de una multiplicidad de factores como el aumento de la demanda de productos agrícolas por la explosión demográfica en diversos países, el desarrollo económicos de los países emergentes como China o Brasil e India, a la rápida expansión de los biocarburantes y a la escasez de suministros alimentarios por el impacto del cambio climático y la sequía en la producción mundial de alimentos.

En rueda de prensa al margen de un seminario organizado por la presidencia francesa de la Unión Europea, en colaboración con la Comisión y Parlamento Europeos para analizar la crisis alimentaria, Diouf lamentó que cada vez se invierta menos en la agricultura en todo el mundo e hizo un llamamiento a los países más industrializados del G-8 a hacer que la "prioridad" de su ayuda al desarrollo vaya para la agricultura. En este sentido, recordó que del 17% de la ayuda al desarrollo destinada a la agricultura en 1980 hemos pasado a destinar sólo un 3% en 2006.

Por otra parte, el director general de la FAO rechazó que crear un nuevo Fondo Mundial de Alimentos, tal y como propuso el presidente venezolano, Hugo Chávez, en la pasada Cumbre UE-América Latina en Lima, sea el mejor método para resolver la crisis alimentaria al esgrimir la dificultad que ya existe en la actualidad para "movilizar" los recursos a través de las instituciones y organismos ya existentes como el Programa de Alimentos Mundial (PAM) o el Banco Africano de Desarrollo (BAD).

"Necesitamos con urgencia nuevas medidas y más sólidas alianzas para hacer frente a los crecientes problemas de seguridad alimentaria en los países pobres. Ninguna institución ni país será capaz de resolver en solitario esta crisis. Los países donantes, las organizaciones internacionales y los Gobiernos de los países en desarrollo, la sociedad civil y el sector privado tienen un importante papel que desempeñar en la lucha contra el hambre", recordó Diouf.

"La FAO estima las necesidades de inversión pública en unos 24.000 millones de dólares estadounidenses anuales suplementarios", admitió el director general del organismo internacional. "A medio y largo plazo, deberíamos centrarnos en impulsar inversiones en agricultura, tanto públicas como privadas, para mejorar las infraestructuras rurales y permitir que los pequeños agricultores se beneficien de las oportunidades que ofrece el mercado. En paralelo, se debe crear capacidad institucional para garantizar la sostenibilidad del desarrollo agrícola", agregó.

BIOCARBURANTES Y CAMBIO CLIMÁTICO

En relación a la polémica sobre si la producción de los biocarburantes en el mundo está influyendo negativamente en el abastecimiento alimentario a nivel mundial, Diouf reconoció que "el verdadero problema" no son los biocombustibles en sí, sino las "políticas de subvenciones" de los biocombustibles que "han desviado 100 toneladas de cereales para fabricar biocombustibles" lo que, en su opinión, "tiene consecuencias en los precios de los alimentos".

En cualquier caso, reclamó que prime "el sentido común" que, a su juicio, sostiene que "lo primero" sea garantizar la seguridad alimentaria y animó a invertir en los biocombustibles que "no entren en competición" con el abastecimiento alimentario mundial, citando el compromiso expresado por China, cuyas autoridades, dijo, han decidido "no utilizar ni un gramo de alimentos para producir biocombustibles".

Asimismo, advirtió de la necesidad de afrontar el impacto del cambio climático en la agricultura al recordar, por ejemplo, que "si la temperatura media aumenta en más de tres grados centígrados, el rendimiento de los principales cultivos, como el maíz, podría disminuir entre un 20 y un 40% en zonas de África, Asia y América Latina".

Por otra parte, el director general de la FAO admitió que "no está en el interés de nadie" que los agricultores de países desarrollados no gocen de las condiciones necesarias para que sus agricultores permanezcan en el sector, motivo por el cual defendió encontrar "sistemas que motiven e incentiven a los agricultores" tanto de países en vías de desarrollo como no, aunque sí lamentó que el modelo agrícola actual "tiene el efecto de penalizar a los países del Tercer Mundo".

Para Diouf el debate de la escasez de alimentos no debe centrarse en el aumento del consumo de productos como la carne en países emergentes como China sino, más bien, en "cómo aumentar la producción agrícola" de manera que "la oferta llegue al mismo nivel que la demanda", concluyó.

Para reducir el número de personas desnutridas en el mundo y poder abastecer a los mercados mundiales al ritmo que crece la demanda actual, la FAO calcula que será necesario doblar la producción alimentaria antes de 2050. La crisis alimentaria provocada por la escasez de alimentos y su consiguiente encarecimiento en buena parte del mundo ha provocado que 50 millones de personas más en todo el mundo sean víctimas del hambre el año pasado, lamentó Diouf. En total, 862 millones de personas son víctimas del hambre hoy en día en todo el mundo.