MADRID, 17 Oct. (EUROPA PRESS) -
Las asociaciones de consumidores Ausbanc y Facua calificaron de "injustificado" y "abusivo" que los bancos puedan cobrar, a partir de hoy, a sus clientes no sólo por ejecutar una transferencia, sino también por recibirla, en aquellos casos en los que la operación genere algún coste para la entidad destinataria del dinero.
Ausbanc afirmó que la "posibilidad" de que esto pase es "injustificada y perversa", y aseguró que "si una entidad se lucra por los errores, que nadie dude que el sistema bancario promoverá y contribuirá a la comisión de esos errores por la cuenta que les trae".
"Consideramos diabólico e ilegal que una entidad bancaria alegue un supuesto trabajo extra por el hecho de aceptar fondos de una transferencia errónea, por lo que se intentará anularla vía tribunales". "El deber de los bancos es no aceptar dicha transferencia", afirmó Ausbanc.
La asociación consideró "inadmisible" cobrar una comisión por un "error minúsculo e inocuo, que en muchas ocasiones es consecuencia de la incorrecta y compleja infraestructura que ha impuesto el propio sistema bancario", y lamentó que el Banco de España "cada día favorezca más la desigualdad jurídica de los clientes respecto de las entidades".
Por su parte, Facua calificó de "abusiva" la medida, que perjudica la economía de los consumidores, ya que supone el pago de 68,58 euros de media por cliente al año. Además, la Asociación advirtió de que las transferencias "no son un servicio accesorio que el usuario con cuenta corriente o de ahorro tenga que solicitar, sino que va incluido en los servicios que estos productos ofrecen".
Facua consideró "inaceptable" que los usuarios tengan que pagar por un servicio "que sólo representaría en la práctica realizar un apunte automático en la cuenta del ingreso, cuyo coste va implícito en lo que anualmente abonan en conceptos de gestión o mantenimiento de cuenta, y máxime teniendo en cuenta que no es un servicio que controle el cliente".
Las entidades financieras justifican este cambio en la necesidad de adaptarse al modelo que se aplica en Europa y cuya novedad consistirá en que las comisiones de una transferencia se pagan a medias entre el remitente y el receptor, pero con el precio final sin variar.
Facua denunció que en el caso español "éste es un argumento demagógico ya que en realidad las cantidades pueden crecer sustancialmente, pues el banco que envía la transferencia no puede pactar con la entidad receptora las comisiones que van a cobrar, con lo que cada uno aplicará la que considere pertinente".
