Economía/Finanzas.- Botín condiciona futuras compras del Santander a rentabilizarlas en un plazo máximo de tres años

Actualizado: domingo, 20 abril 2008 15:38

MADRID, 20 Abr. (EUROPA PRESS) -

El presidente del grupo Santander, Emilio Botín, sostiene que la política de adquisiciones del banco será "selectiva y basada en criterios estratégicos y financieros estrictos", de forma que la entidad consiga rentabilizar sus inversiones en un plazo máximo de tres años.

"El retorno de esas inversiones deberá, en todo caso, superar el coste de capital en un período máximo de tres años", explica Botín en una carta remitida a los accionistas del Santander, a la que tuvo acceso Europa Press.

Botín defiende que para mantener un crecimiento del beneficio por acción superior al de sus competidores, el Santander debe combinar inversiones en bancos y mercados "con disciplina de negocio" y desinvirtiendo al mismo tiempo en activos "no esenciales".

Como ejemplo, el presidente del Santander destaca la adquisición de Banco Real y la venta de los negocios de pensiones en Latinoamérica, de los inmuebles en España y de Antonveneta en Italia, operaciones que reflejan la "disciplina de capital" que está imponiendo el banco en sus decisiones.

SORTEAR LA CRISIS FINANCIERA.

En otro orden de cosas, Botín alaba la capacidad del Santander de "sortear" los problemas de liquidez vinculados a la crisis financiera, gracias a su modelo de negocio enfocado a la banca comercial y combinado con "la tradicional prudencia" en la gestión de riesgos.

De hecho, el Santander no tuvo que realizar el pasado año ningún saneamiento de su balance distinto de las provisiones relacionadas con los créditos e inversiones ordinarias. Al cierre de 2007, el grupo contaba con 6.027 millones de euros de provisiones genéricas.

En todo caso, Emilio Botín advierte de que las actuales circunstancias hacen necesario prestar una atención especial a las cuestiones relativas a la liquidez y al capital en la gestión de las entidades financieras, así como restablecer un "equilibrio razonable entre la rentabilidad y el riesgo de las operaciones de crédito".