MADRID, 13 Nov. (EUROPA PRESS) -
El presidente del BBVA, Francisco González, consideró hoy que el SEPA, el nuevo sistema de pagos europeo, será "una oportunidad para la banca y una ventaja para los consumidores, para los que generará una reducción de costes".
González, en unas conferencias organizadas por SEPA en Francfort, destacó, igualmente, que este sistema de pagos europeo aumentará la eficiencia para los consumidores, "lo que ayudará a una mayor integración económica paneuropea".
"En este contexto, el tamaño de las entidades financieras será importante, y por lo tanto, los bancos más grandes deberían estar en ventaja sobre el resto, ya que tendrán la oportunidad de extender sus servicios bancarios", señaló.
González reiteró la importancia del establecimiento de un sistema de pagos único, con un dato: las transacciones derivadas del sector no financiero en la zona euro suponían 24 veces el PIB de la zona euro en 2004.
"En otras palabras, el volumen de pagos realizado en 10 días era el equivalente al volumen de bienes y servicios producidos en la economía de la zona euro en todo un año", dijo al respecto.
Así, para el máximo mandatario del BBVA, SEPA es la respuesta a este tipo de anomalías, ya que "creará un sistema de pagos único para todas las transacciones entre particulares en la zona euro".
González, que apuntó que los pagos con tarjeta se han incrementado desde un 22% sobre el total de transacciones que suponían en 2000 hasta el 28% de 2004, se mostró confiado en el proceso que están llevando a cabo las entidades y señaló que espera que este sistema de pagos europeo sea una realidad en 2008.
"El BBVA está en el proceso de adaptación a este nuevo sistema y está participando en los sistemas de compensación y liquidación que permitirán estar adaptados al nuevo sistema de pagos", destacó al respecto.
"LAS MAYORES VENTAJAS SERÁN PARA LOS MEJORES".
Para el presidente de BBVA, SEPA ofrecerá un nuevo horizonte para el sector bancario, con "un sistema más integrado que será una ventaja competitiva para los jugadores globales en Europa".
"El nuevo sistema debería contribuir a que los grandes bancos paneuropeos sean capaces de explotar las economías de escala", indicó, añadiendo que, en este contexto, "el tamaño de las entidades financieras será importante y las mayores ventajas serán para los mejores, que podrían tener la oportunidad de extender su oferta de servicios".
González se refirió también a la homogenización del sistema de pagos europeo, que, en su opinión, hará más competitivo el sector y reducirá las comisiones y los márgenes de las entidades.
Dentro de las ventajas de este nuevo sistema el presidente del BBVA destacó la mayor transparencia que reportará este nuevo sistema, que reducirá el coste de algunos servicios aunque también aumentará el de otros, aludiendo al coste que tienen algunos servicios financieros en algunos países.
González, por otra parte, considerando que el éxito de SEPA dependerá de la aceptación de los nuevos instrumentos por parte de los pagadores, subrayó la necesidad de "permitir cierto grado de flexibilidad".
"Si la nueva estructura es demasiado rígida, se reducirá la competitividad y la innovación financiera y como consecuencia la calidad del servicio se verá afectada y no servirían todos los esfuerzos para mejorar la eficiencia", agregó al respecto, subrayando que SEPA "transformará el sistema de pagos para particulares en Europa".
"En BBVA nos alegramos de estos esfuerzos por lograrlo y nos vemos como uno de los grandes jugadores de un mercado que proveerá de servicios a más de 300 millones de personas", concluyó.
