MUNICH, 28 Dic. (EUROPA PRESS) -
Las pérdidas económicas provocadas por catástrofes naturales durante 2006 alcanzaron los 45.000 millones de dólares (34.000 millones de euros), una quinta parte de los 219.000 millones de dólares (167.000 millones de euros) de 2005, cuando el huracán 'Katrina' situó esta cifra en su máximo histórico, según los cálculos de la reaseguradora Munich Re.
Las pérdidas de la industria aseguradora provocadas por las catástrofes se situaron en 15.000 millones de dólares (11.450 millones de euros), una sexta parte de los 99.000 millones de dólares (75.500 millones de euros) del año anterior.
El principal factor que explica esta fuerte reducción de pérdidas es la ausencia de grandes huracanes en la región del Atlántico Norte, aunque Munich Re asegura que "no hay pie para la complacencia" y advierte de que "el potencial de pérdidas relacionadas con las catástrofes naturales aumentará" en el futuro.
"El número de catástrofes naturales relacionadas con la meteorología aumentará probablemente, debido, entre otros factores, al cambio climático", aseguró uno de los miembros del consejo de administración de la reaseguradora, Torsten Jeworrek.
Los fenómenos climatológicos más dañiños para la industria durante el año fueron la ola de frío a comienzos de 2006 en Austria y Europa del Este, la temporada de ciclones en Australia provocada por el excesivo calor, el terremoto en mayo en Java en el que murieron 5.000 personas, las granizadas en junio en la Selva Negra alemana y, por último, los huracanes en Estados Unidos y, en menor medida, en Reino Unido.
Los cálculos de Munich Re son parecidos a los difundidos recientemente por otra reaseguradora, Swiss Re, que cifró en 40.000 millones de dólares (30.382 millones de euros) las pérdidas económicas provocadas por catrástrofes en 2006. Swiss Re coincide en cifrar en 15.000 millones de dólares la incidencia sobre la industria aseguradora.
De los últimos 20 años, 2006 ha sido el tercer año de pérdidas más bajas, después de 1997 y 1998. Aún así, se calcula que 30.000 personas murieron en todo el mundo a causa de catástrofes naturales.
