MADRID, 10 Nov. (EUROPA PRESS) -
Los miembros del Partido Popular en la asamblea general de Caja Madrid se mostraron hoy divididos entre seguidores del alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón, y de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, con respecto a la renovación de los cargos en la cúpula de la entidad financiera.
En una votación en urna secreta que dio por vencedor al presidente de la Caja, Miguel Blesa, con 149 votos a favor de su propuesta, los discursos de los 'populares' fueron en algunas ocasiones extremadamente duros contra sus compañeros de filas, según informaron a Europa Press fuentes presentes en la reunión.
Una de las intervenciones más áridas fue la del vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo, quien dijo no entender por qué no había sido invitado a la reunión que el día 7 el secretario general del PP de Madrid, Francisco Granados, convocó en Génova para dar instrucciones de voto a los compromisorios 'populares' en contra de la propuesta que el Consejo de Administración había presentado el día 20.
Por su parte, Blesa subrayó que la votación de hoy, destinada a la renovación de las entidades representativas, era un mero trámite, sencillo y ordinario, que no requería de más trascendencia, por lo que pidió a todos los presentes que se sumaran a la decisión del Consejo de Administración en la búsqueda de un "consenso". "Yo me iré cuando lo decidan el Consejo y esta asamblea", señaló.
Por otra parte, los consejeros cercanos a Aguirre defendieron que no existe "urgencia" para desencadenar este proceso electoral y que lo único que se conseguirá con esto será mostrar la división "casi a la mitad" de la asamblea, puesto que sumando los 89 votos emitidos en contra de la propuesta y las 60 abstenciones de los socialistas y de UGT, suman una cifra similar a los 149 votos a favor de la renovación defendida por el presidente. Por eso, algunos consejeros reprocharon a Blesa que haya acordado esta renovación sin haber llegado a un consenso.
APOYOS A BLESA
Sin embargo, no todos los discursos de la asamblea fueron contra Blesa. Si nueve miembros se pronunciaron contrarios al presidente de la Caja, otros dos --el delegado de Hacienda, Juan Bravo, y Cobo-- lo hicieron a favor de la gestión que ha llevado a cabo durante los últimos doce años, según informaron fuentes presentes en el encuentro a Europa Press.
Desde el entorno cercano a Gallardón se explicó a Europa Press que, según su postura, los partidos políticos no deben intervenir en los órganos gestores de Caja Madrid "más allá de lo que les corresponde" según la Ley regional de Cajas, y se declararon contrarios a que "cambie el peso específico que los diferentes partidos tienen indirectamente a través de las entidades representativas --fundaciones e instituciones civiles de la región-- con respecto a la situación actual".
"No es aceptable, porque el sector público ya tiene un peso, que es casi el 50 por ciento de los órganos de la Caja a través de los representantes de la Asamblea de Madrid y de los municipios, pero hay un porcentaje que queda para entidades representativas de la sociedad civil, y ellas son quienes tienen que elegir a sus representantes. Los partidos no podemos arrogarnos, o entender, la representatividad que tenemos más allá de lo que nos corresponde según la Ley", apuntaron las mismas fuentes.
Así, la interpretación que este sector hace de la Ley regional de 2003 es que buscaba "disminuir el peso de los órganos políticos en el gobierno de las Cajas", que en la Comunidad de Madrid se tradujo en la introducción de las entidades representativas "no politizadas" en la asamblea general.
"Si perdemos peso será en un sector que no está para representar a los partidos. El resultado puede gustar más o menos, pero no es algo que haya que tener en cuenta para respaldar la gestión que la Presidencia del Consejo de Administración ha llevado a cabo estos años, y que ha sido impecable y ha fomentado una expansión de la Caja y de sus beneficios sin parangón con otras cajas de ahorro", apostillaron las mismas fuentes.
En definitiva, según los 'gallardonistas' existen dos posiciones: una que "aboga por dejar hacer a los órganos de gobierno de la Caja según sus criterios de profesionalidad y sin inmiscuirse en un sector de representación que no corresponde a los partidos políticos", y otra que entiende que "hay que defender los intereses y el peso del partido en los órganos de gestión".
CAJA DE PANDORA
Y es que en la asamblea general de Caja Madrid hay 320 consejeros generales que son elegidos por las corporaciones municipales, por los Impositores de la entidad, por el Patronato Real como entidad fundadora, por la Asamblea de Madrid, por los empleados y por las entidades representativas de intereses colectivos. La renovación de éstas últimas fue el motivo de la votación de hoy.
En concreto, la propuesta de Blesa incluía la desaparición de la Asociación Nuevo Siglo, con dos consejeros cercanos al PP, para dejar paso a las fundaciones Madrid'16, con un representante cercano al alcalde de Madrid, y por la Fundación 1 de Mayo, con otro miembro de Comisiones Obreras. A juicio de Granados, esta decisión supondría la pérdida de tres respaldos del PP, ya que también los consejeros del Patronato deben ser renovados ahora que el PSOE está en el Gobierno de la Nación.
Sin embargo, los 'gallardonistas' creen que esos puestos nunca fueron políticos y que si "eso ha funcionado bien no hay por qué cambiarlo", especialmente en una época de crisis económica en la que es necesario que haya estabilidad en Caja Madrid. "La asamblea general tiene 320 consejeros, y perder dos o tres por afinidad indirecta no es proporcionado con la puesta en escena que ha habido hoy", concluyeron las mismas fuentes.
ESPECTÁCULO "BOCHORNOSO"
Con este punto coincidió el representante de UGT, José Miguel Villa, quien lamentó en declaraciones a Europa Press el "espectáculo" ofrecido hoy por los 'populares', y aseguró que en sus 53 años de vida nunca había visto nada parecido. "Todo lo que está ocurriendo es una locura, indica una situación de total desgobierno de la Caja. Ha sido un espectáculo bochornoso", afirmó.
Por su parte, CC.OO. defendió, tanto a nivel nacional como de Madrid, la independencia de la Caja, pero votó a favor de la renovación de los representantes de las entidades representativas puesto que, con ella, consigue un puesto más en la asamblea general. Según fuentes 'populares', de hecho este sindicato está "sobrerepresentado" en el Consejo con cuatro miembros, por lo que esta nueva votación refuerza aún más su posición.
Por último, el ex concejal de Urbanismo en el Ayuntamiento de Madrid y actual vocal en el Consejo de Administración de Caja Madrid Ignacio del Río subrayó la "inseguridad jurídica" que se plantea con la votación de hoy, puesto que el Patronato Real de la entidad aún no ha tomado posición sobre los miembros que va a designar, por lo que si finalmente decide designar 32 en vez de 25, los elegidos hoy serían más de los permitidos.
FUTURO INCIERTO
A partir de hoy, la situación podría volver a normalizarse mientras continúa el proceso electoral de renovación de la cúpula o Aguirre podría "reaccionar" y seguir adelante con su Ley de Cajas en la que, previsiblemente, buscará un acuerdo con el Grupo Parlamentario Socialista para ampliar el peso de los representantes del Parlamento madrileño en el Consejo de Administración.
Los 'gallardonistas' recordaron así que "el Gobierno regional no es un órgano rector de Caja Madrid" y que el éxito de esta entidad ha sido "limitar su intervención a labores de supervisión de sus actividades financieras y de obras social". "Cualquier alteración de la Ley por encima de estos límites pondría en riesgo la estabilidad de la Caja, lo que hasta ahora ha sido su mayor activo", concluyeron.
