Economía/Fiscal.- La mayoría de la UE recela de la inversión del sujeto pasivo del IVA que quieren Alemania y Austria

Actualizado: viernes, 1 junio 2007 21:32

El Ecofin discutirá modificaciones en el sistema de tributación en los servicios a empresas que implican a varios países


BRUSELAS, 1 Jun. (EUROPA PRESS) -

La mayoría de los Estados miembros mantiene reservas a la propuesta de Alemania y Austria para que la UE invierta el sujeto pasivo del IVA para cantidades superiores a 5.000 euros a lo largo de la cadena de transacciones, de manera que se grave al consumidor final, indicaron fuentes diplomáticas en alusión a uno de los temas que tratará el Consejo de Economía y Finanzas (Ecofin) el próximo martes.

Consideraron que lo más probable es que la discusión se cierre pidiendo a la Comisión Europea que elabore un informe sobre los "problemas" que generaría este cambio para la aparición de nuevos fraudes y para la recaudación de impuestos por parte de los Estados miembros.

La inversión del sujeto pasivo es uno de los aspectos que contempla el proyecto de conclusiones elaborado por la Presidencia alemana de la UE para luchar contra el fraude fiscal, especialmente el denominado "fraude carrusel", que se da cuando uno de los intermediarios en la cadena comercial desaparece una vez que ha vendido la mercancía al siguiente y habiendo percibido el IVA que se le dedujo por la operación anterior.

Para evitarlo, Austria y Alemania promovieron a finales del año pasado una propuesta destinada a invertir el sujeto pasivo para operaciones de a partir de 5.000 euros, de manera que el IVA que éstas generen no tenga que ir cargándose y deduciéndose en cada eslabón de la cadena, sino únicamente en el punto final, por parte del comprador final.

Según explicaron fuentes diplomáticas, Berlín y Viena son los únicos países que no tienen ninguna resistencia, hasta el punto de que Austria se ha ofrecido voluntario para realizar un proyecto piloto durante dos años para ver los efectos de este nuevo régimen.

Por el contrario, España alega, por ejemplo, que precisamente es la última etapa del proceso comercial la que peor tiene controlada, de manera que sería probable que la carga del IVA en el comprador final se encontrara con problemas. Además, teme que se genere otro tipo de fraude, consistente en que los empresarios españoles se constituyan temporalmente como empresa en otro país para comprar determinados artículos sin IVA y después introducirlos en el mercado español.

De manera paralela a la propuesta de Alemania y Austria, la Comisión Europea planteó la posibilidad de gravar las operaciones intracomunitarias, actualmente exentas, con el 15%, de manera que no circulen mercancías sin IVA.

Según el borrador de conclusiones, esta discusión concluirá con la solicitud a la Comisión para que analice los efectos de la inversión del sujeto pasivo con resultados hasta 2007, que deberán tener en cuenta las consecuencias para los países que decidan no aplicarlo, los costes que supondrá para contribuyentes y administraciones, la posibilidad de migración de fraude a los países que no lo apliquen y también la posibilidad de hacer un proyecto piloto algún país interesado.

TRIBUTACIÓN PARA SERVICIOS

Por otra parte, el Ecofin continuará con los debates sobre la propuesta para adaptar a la actualidad y al sector servicio las reglas de tributación, que desde el año 1977 han experimentado numerosas modificaciones.

En este caso, se trata de determinar qué régimen impositivo debe aplicarse y en qué circunstancias en el contexto de la prestación de servicios en el que estén implicados dos Estados miembros: el lugar de origen del servicio y el de origen de la empresa que lo contrata.

La Presidencia alemana de la UE espera poder adoptar la propuesta en el mes de junio en unos términos a los que España no se opone y que, en primer lugar, establece para los servicios prestados entre empresas que la regla general es la tributación en el país en el que se encuentra establecido el destinatario del servicio.

Para el caso de los particulares, regirá la tributación del país en el que se encuentra el establecimiento que presta el servicio.

La propuesta contempla también una "miniventanilla única", de manera que una persona que trabaje en un Estado miembro distinto al suyo de origen pueda declarar en éste segundo, pero con el IVA del primero.

En tercer lugar, se prevé la devolución de los no establecidos en ventanilla única, de manera que una persona pueda reclamar la devolución en su país de origen de un IVA que ha generado en el país en el que trabaja.

Las fuentes indicaron que de momento los países que tienen mayores problemas para aceptar son Francia, por los sistemas de control, y Luxemburgo y Portugal (por las islas Madeira), con regímenes impositivos más laxos y para quienes esta modificación supone un claro perjuicio.

CÓDIGO DE CONDUCTA EMPRESARIAL

En otro orden de cosas, el Ecofin del martes que viene analizará cómo solucionar la oposición de Países Bajos, seguido ya por otros países, de no volver a reunir el grupo del Consejo encargado de analizar y aprobar los regímenes especiales empresariales en la UE, en el Código de Conducta de Fiscalidad Empresarial, hasta que no se fijen normas objetivas para tomar las decisiones.

Las fuentes explicaron que hasta la ampliación de mayo de 2004 los acuerdos se tomaban por "amplio consenso" y sin base jurídica, algo que ahora se ha complicado en una UE con 27 países y en la que cada vez son más los que aportan regímenes especiales de difícil aceptación que se unen para votar a favor de su autorización, dando lugar en ocasiones a situaciones de casi empate.

Existe consenso en que hay que reformar el modo de funcionamiento del grupo, para dotarlo de aspectos tales como una definición de "amplia mayoría" o determinar el valor de los precedentes a la hora de decidir sobre nuevos casos. La dificultad se planteó con la intención de Países Bajos de que el grupo no vuelva a reunirse hasta que estas reglas no estén claras.