Economía.- El Gobierno confía en los nacionalistas para aprobar el jueves el techo de gasto, primer paso de los PGE 2009

Actualizado: domingo, 8 junio 2008 13:45

El optimismo del PSOE contrasta con el rechazo inicial de CiU y el escepticismo del PNV

MADRID, 8 Jun. (EUROPA PRESS) -

El Pleno del Congreso de los Diputados debatirá este jueves el techo de gasto y el objetivo de estabilidad presupuestaria del Estado para el ejercicio 2009, primera escala parlamentaria de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) del próximo año, una votación para la que el Gobierno no tiene garantizado a priori el apoyo de ninguno de los grupos parlamentarios, aunque confía en los nacionalistas para sacarlo adelante.

Según el acuerdo del Consejo de Ministros del pasado 30 de mayo, el límite de gasto no financiero del Estado para el año 2009 se situará en 160.158 millones de euros, lo que representa un incremento del 5% respecto a este año (7.626 millones más), en línea con el crecimiento previsto del PIB nominal.

Para el vicepresidente económico, Pedro Solbes, este techo presupuestario permitirá a la Administración Central cerrar sus cuentas en equilibrio (0,02% del PIB, 177 millones), frente al superávit del 0,4% que el Gobierno estimó en en el Programa de Estabilidad aprobado en diciembre.

Además, el Ejecutivo se ha fijado como objetivo cerrar también sus presupuestos en equilibrio en 2010 y alcanzar un ligero superávit del 0,1% en 2011, frente al excedente del 0,4% previsto anteriormente para los dos ejercicios.

SUPERÁVIT DESCARTADO.

De esta forma, el Gobierno admite que es prácticamente imposible plantear un escenario de superávit presupuestario con un crecimiento económico que, según los analistas, alcanzará este año y el próximo, en el más optimista de los escenarios posibles, una tasa del entorno 2%, lo que provocará una menor recaudación impositiva que hace inalcanzable el objetivo de superávit.

Con este escenario de fondo, el portavoz en la Comisión de Presupuestos del Congreso, Francisco Fernández Marugán, eludió, en declaraciones a Europa Press, especular con las posiciones de los grupos de cara al arranque del primer debate presupuestario de la legislatura. "Cada cual hace lo que debe hacer", señaló tras admitir que lo económico se ha convertido en el eje del discurso de la oposición desde el arranque de la legislatura.

No obstante, mostró su confianza en que el Gobierno no tenga problemas para superar el trámite del jueves, con el que arranca la elaboración de su primer proyecto presupuestario de la legislatura. "Creo que los grupos no discutirán el techo del edificio, sino la distribución de los espacios en su interior", indicó en alusión al debate presupuestario que arrancará en octubre.

SECRETISMO.

Sin embargo, y descontado el rechazo del PP al texto, el Gobierno no tiene garantizado el apoyo del resto de grupos que le permita contar con la mayoría absoluta en la votación. En este sentido, distintas fuentes parlamentarias revelaron a Europa Press que el Ministerio de Economía y Hacienda ha iniciado una serie de contactos preliminares con estas formaciones que se prolongarán hasta la fecha límite del Pleno del jueves.

El secretismo que rodea estas reuniones contrasta con el de años anteriores, cuando las reuniones entre el secretario de Estado y Hacienda, Carlos Ocaña, y los portavoces de los grupos fueron públicas. Esto se debe tanto a la propia coyuntura económica como a que en esta ocasión el resultado electoral del 9 de marzo ha restado fuerza a formaciones como Esquerra Republicana e Izquierda Unida, en favor de CiU, quien podría por sí sola garantizar con sus escaños la mayoría absoluta a los socialistas.

Sin embargo, el portavoz económico de la coalición nacionalista, Josep Sánchez Llibre, denunció que el "muy optimista" objetivo de estabilidad presupuestaria para el trienio 2009-2011 presentado por el vicepresidente segundo se basa en unos "datos teóricos alejados de la realidad", e incluso auguró que 2008 cerrará con déficit presupuestario, ya que el superávit de la Seguridad Social no podrá cubrir el saldo de negativo de las cuentas públicas.

Su homólogo en el PNV, Pedro Azpiazu, cree que el proyecto que defenderá Solbes es "coherente" con la evolución de los ingresos, que considera "bastante mala", si bien señaló que el Gobierno tendrá "muy poco margen" para elaborar medidas en el actual contexto de desaceleración económica. "Con todo lo que se le viene encima, me imagino que tendrá que sacarlo de algún sitio", advirtió.

Por su parte, el coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, manifestó su rechazo inicial al texto en el que se mantiene la aspiración de Solbes de conseguir un superávit de las cuentas públicas. En este sentido, considera que esta idea ha impedido al Gobierno desarrollar una verdadera "política anticíclica", y se mostró partidario de permitir un déficit presupuestario de hasta un 1% si se traduce en un aumento del gasto social.

No obstante, uno de los socios parlamentarios de IU junto a ICV, el portavoz de ERC, Joan Ridao, se desmarcó de las críticas del resto de grupos al Ejecutivo y se mostró "de acuerdo" precisamente con su "política anticíclica". Asimismo, recordó que durante la negociación de la Ley de Estabilidad Presupuestaria, su formación fue la que más insistió en el incremento de la deuda pública para permitir un mayor margen de actuación del Estado.