MADRID, 3 Jul. (EUROPA PRESS) -
La industria química española está mostrando signos positivos debido a su participación dominante en los mercados de exportación, según el último informe elaborado por Crédito y Caución.
Los datos patronales del sector químico cifran en el 1,4% el crecimiento de la industria en 2013, y se prevé que en 2014 el sector crezca un 3,5% hasta alcanzar los 58.000 millones de euros, una cifra que excede un 54% los ingresos alcanzados en el año 2000.
La capacidad de acceso de la industria a los mercados extranjeros se espera que conduzca a un aumento del 5,8% en las exportaciones en este año, después de un crecimiento del 4,9% en 2013. Pese a esta fortaleza, las empresas del sector operan con márgenes muy estrechos en sus ventas al exterior como consecuencia de los altos precios de las materias primas y la creciente competencia global.
El informe aprecia diferencias sustanciales entre los principales mercados internacionales, derivadas de factores como el coste de las materias primas esenciales o el equilibrio entre las exportaciones y las ventas nacionales.
En términos de crecimiento, es la industria química japonesa la que está demostrando un comportamiento espectacular, situándose sólo por detrás de China y los Estados Unidos en la cuota de mercado global. Europa, por su parte, se caracteriza por un mercado interno moderado, orientado a la exportación.
EL GASTO FARMACÉUTICO CAE POR CUARTO AÑO CONSECUTIVO
Mientras la industria química española ha visto un sólido crecimiento en las exportaciones, la industria farmacéutica se ha visto frenada. Situación que se ha mantenido en los últimos cuatro ejercicios.
El sector farmacéutico se ha visto afectado por las medidas de reducción del déficit aprobadas por la Administración, que implantan precios y descuentos en las medicinas y afectan a más de 500 compañías que forman el sector farmacéutico español entre laboratorios y empresas relacionadas.
Según los cálculos patronales, el gasto farmacéutico en 2013 supuso una disminución del 6% interanual. Desde 2009, el gasto público en productos farmacéuticos ha caído un 27%, con una caída de la demanda de recetas de un 8% y un gasto medio por receta un 20% inferior. Además, el sector farmacéutico sigue sufriendo retrasos en los pagos de las entidades públicas.
