PAMPLONA, 13 Dic. (EUROPA PRESS) -
Cientos de personas se manifestaron en la mañana de hoy por las calles de Pamplona para mostrar su rechazo a la proliferación de expedientes de regulación de empleo (ERE) en Navarra y exigir al Ejecutivo foral que los rechace.
A la marcha, convocada por el comité de empresa de Dana, acudieron trabajadores de múltiples empresas, como la propia Dana, Kayaba, Koxka o Bosch.
También se adhirieron a la protesta los comités de empresa de Volkswagen Navarra, TRW, Incasa, Arvin, Kybse y Gamesa Eólica Servicios, entre otros.
La manifestación partió sobre las 10.00 horas desde la planta de Kybse en Ororbia, encabezada por trabajadores de esta empresa, en dirección a Landaben, donde se sumaron los trabajadores de Dana. Desde allí la marcha prosiguió hasta la planta de Koxka y subió al centro de Pamplona, para finalizar, pasadas las 12.00 horas, frente al Parlamento de Navarra, donde quedó cortada al tráfico la calle Navas de Tolosa por la presencia numerosos de manifestantes con distintas pancartas en los alrededores.
Durante la marcha, los trabajadores, muchos de ellos acompañados por sus familias corearon consignas contra los despidos y pidieron al Gobierno de Navarra "soluciones" ante los ERE presentados en los últimos meses por diversas empresas.
Frente al Parlamento de Navarra, el presidente del comité de Dana, Michel Gómez, leyó un comunicado en el que defendió que "es urgente que en esta situación de proliferación de expedientes de regulación de empleo las instituciones públicas tomen cartas en el asunto".
Gómez afirmó que "no puede ser que cientos de navarros veamos peligrar nuestros puestos de trabajo y el Gobierno de Navarra trabaje en complicidad con las empresas". Así, exigió al Ejecutivo que "rechace estos ERE que penden de nuestras cabezas como auténticas espadas de damocles y que obligue a las empresas a buscar soluciones distintas que no pasen por cargar sobre nuestras espaldas algo que lo que somos absolutamente ajenos".
El presidente del comité de Dana afirmó que "el Gobierno debe entender que tras cada trabajador expedientado hay un drama, una familia sin ingresos, con hipoteca, en un contexto económico en el que encontrar empleo es prácticamente imposible, y todo por el egoísmo de unos pocos que a las primeras de cambio se deshacen de trabajadores como si de números se tratara".
Michel Gómez apuntó que "hasta hace pocos meses, en tiempo de bonanza económica, la mayoría de las empresas ganaban dinero". "Sin embargo, entonces nos machacaban con la necesidad de incrementar los ritmos, flexibilizar la jornada, ampliar la jornada en sábados y domingos, todo ello con el fin de seguir engordando la cuenta de resultados, esa que nunca toca repartir entre los currelas", denunció.
Así, criticó que "ahora vienen las vacas flacas y muchas de esas empresas pretenden hacer su agosto particular en vez de destinar parte de los beneficios obtenidos a mitigar el efecto de sus crisis". "Aprovechan el contexto económico para aligerar plantillas y prepararse para cuando pase el chaparrón. Estamos hartos de pagar los platos rotos siempre los mismos", añadió.
