El presidente cree que "el pesimismo no crea puestos de trabajo" y garantiza que se mantendrán las ayudas sociales
MADRID, 1 Jun. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, afirmó hoy que "el objetivo es tener superávit" este año y aseguró que "nadie tiene una garantía" de cuál va a ser el resultado de las cuentas públicas a 31 de diciembre, tras indicar que el país tiene "fortaleza" para afrontar un proceso de ajuste "aunque sea fuerte".
Zapatero apuntó en declaraciones a la Cadena Ser recogidas por Europa Press que es "un poco exagerado" hablar en este momento de lo qué va a pasar a 31 de diciembre en las cuentas públicas y recordó que el Gobierno tiene un "magnífico equipo económico y de gestión".
Preguntado por las nuevas previsiones presentadas el pasado viernes por el vicepresidente segundo del Gobierno, Pedro Solbes, en las que se prevé que el Estado central no tenga superávit hasta 2011, frente al 0,4% previsto para cada año anteriormente, Zapatero dijo que "nadie tiene una garantía de cuál va a ser el resultado final", y recordó que en todos los años de su Gobierno "siempre ha habido un crecimiento superior al de las previsiones".
El presidente del Gobierno manifestó que el país tiene "fortaleza" para afrontar un proceso de ajuste "aunque sea fuerte" y declaró que el Ejecutivo trabajará para que dure "el menor tiempo posible". "Vamos a pasar un periodo de ajuste fuerte, es evidente, pero no va a haber recortes de ningún tipo y se mantendrán los apoyos sociales a las familias más necesitadas", apostilló.
Zapatero, que aseguró no ha engañado "en absoluto" a los españoles sobre la desaceleración económica, recordó que 15 millones de españoles comenzarán a recibir en junio la reducción del Impuesto de la Renta Sobre las Personas Físicas (IRPF) que pondrá en manos de los ciudadanos 5.000 millones de euros.
CONFIANZA Y ESTÍMULO DE LOS ACTORES ECONÓMICOS.
"No podemos añadir a las dificultades que existen otras que se deriven de una expectativa que quiebre la confianza y el estímulo de los actores económicos", dijo Zapatero, e insistió en que España "sigue creciendo económicamente", tiene una imagen de "país sólido" ante los inversores internacionales y carece de una gran deuda, lo que le permite financiarse "razonablemente". Además, afirmó que "todo el mundo reconoce" la solidez del sistema financiero, que "aguanta a pesar de que ha habido una gran turbulencia financiera".
En este sentido, recordó que España es el tercer país inversor del mundo en el exterior y que los resultados de las empresas del Ibex 35 dependen en un 60% de su actividad en otros países. "Nuestras empresas han hecho una gran inversión fuera y no seré yo quien diga que este país no está con fortaleza, porque la tiene, para afrontar un proceso de ajuste".
Además, insistió en que España tiene el segundo superávit de la Unión Europea, tras Finlandia, y subrayó que el país está "creciendo, aumentando el gasto social, el gasto en infraestructuras y bajando impuestos", lo que da "una garantía de futuro".
En este sentido, el presidente dijo que el país "puede seguir avanzando" a pesar de tener el "viento en contra" por la crisis financiera y la elevación del precio del petróleo y de los alimentos.
"EL PESIMISMO NO CREA PUESTOS DE TRABAJO".
Zapatero aseguró que su optimismo se debe a que "el pesimismo no crea un puesto de trabajo" y dijo que igual que "es un error no reconocer las dificultades, algunas importantes", que tiene el país, "exagerar es muy negativo" porque los debates trascienden a la opinión pública internacional.
Tras asegurar que hay "un ajuste fuerte de la construcción", Zapatero afirmó que es una situación "lógica", consecuencia de las condiciones del crédito y del precio del dinero.
El presidente destacó que lo más importante en este momento es que el Gobierno "acierte en las decisiones" que tiene que tomar, y explicó que esto significa "estimular para paliar la situación, en la medida de lo posible, que viven algunos sectores y algunas familias" y "preparar las condiciones para el nuevo crecimiento".
NO APUESTA POR LA ENERGÍA NUCLEAR.
El presidente del Ejecutivo señaló que "no se debe hacer una apuesta de futuro por incrementar el parque nuclear". A su juicio, éste debe mantenerse en función de las previsiones de amortización de las centrales nucleares, "siempre garantizando lo que representa esa parte energética".
En este sentido, apostó por las energías renovables porque "darán un valor añadido al país de cara al futuro", dijo que España tiene "condiciones" para ello, y recordó que la energía nuclear exige "inversiones muy caras" y las primas por riesgos de seguridad "elevadísimas".
Respecto al precio del crudo, Zapatero descartó una rebaja en el impuesto de los hidrocarburos porque "es una medida equivocada" que aumenta la demanda y eleva el precio del producto. Por ello, apostó por acometer "ayudas indirectas" a los sectores más afectados, como el de la pesca o el transporte.
