BRUSELAS, 21 Abr. (EUROPA PRESS) -
El comisario de Ayuda Humanitaria, Louis Michel, reclamará durante la reunión de primavera del comité de Desarrollo del Banco Mundial (BM) y del Fondo Monetario Internacional (FMI), que se celebra el próximo 23 de abril en Washington, una mayor coordinación en las donaciones internacionales y pedirá que las ayudas a los países más pobres sen a la vez previsibles y flexibles para responder a las necesidades de emergencia.
La reunión de este año girará en torno al buen gobierno de los países en vías de desarrollo, la reducción de la deuda para los países más pobres, y el desarrollo de energías limpias. Antes de su inicio, Michel se reunirá con el presidente del BM, Paul Wolfowitz, para consolidar los vínculos entre esta institución y el Ejecutivo comunitario, según informó la Comisión en un comunicado.
Durante la reunión del comité de Desarrollo, en la que participarán ministros de Finanzas y Desarrollo de todo el mundo, el comisario subrayará la importancia de la colaboración entre los donantes para cumplir las promesas de ayuda realizadas en 2005 y la necesidad de un buen gobierno como base del desarrollo. A su juicio, una colaboración eficaz garantizará que los donantes y los países presentes sobre el terreno discutan sobre las condiciones que se tienen que imponer en materia de buen gobierno.
Además, Michel discutirá las posibles mejoras que se pueden aplicar para que la ayuda financiera a los países en desarrollo sea más flexible y previsible, una cuestión importante para la UE, ya que durante los próximos años aportará el 80% de la ayuda suplementaria prometida por la comunidad internacional de donantes.
La Comisión colabora con el Banco Mundial en el programa de condonación de deudas, mediante el cual 28 países pobres pudieron cancelar sus deudas con el Banco mundial en diciembre de 2005. Durante el encuentro de primavera de este año, los participantes discutirán la condonación de la deuda de seis países más.
PROGRAMAS PARA EL DESARROLLO
Los programas de desarrollo que lleva a cabo Bruselas junto al Banco Mundial se basan en cinco áreas comunes: el buen gobierno, el crecimiento económico, la cobertura de las necesidades y el suministro de los servicios básicos, la efectividad de las ayudas, y los resultados logrados por los programas que ya están en marcha.
Entre las iniciativas conjuntas más importantes destacan el programa para el desarrollo del continente africano (Limelette); el proceso de Luxemburgo, que coordina un conjunto de acciones en la región Mediterránea; y programas de cooperación con los países balcánicos del oeste.
Además ambas instituciones cuentan con una oficina situada en Bruselas que coordina los programas de asistencia para la reconstrucción de Europa del Sureste, a los que se destina anualmente un total de 6,5 millones de euros.
El Ejecutivo comunitario ha aportado durante los últimos tres años 500 millones de euros anuales en ayudas a través de los fondos gestionados por el Banco Mundial. En lo que se refiere a fondos concretos, Bruselas ha entregado 207 millones de euros a la reconstrucción de la provincia de Aceh en Indonesia, arrasada por el tsunami.
Además la Comisión envió 57,5 millones de euros al fondo para la reforma de la administración pública de Gaza y Cisjordania, 120 millones de euros a la reconstrucción de Irak, y tres millones de euros al fondo de reacción rápida del Banco Mundial. Asimismo, el Ejecutivo comunitario es el tercer donante más importante del fondo para la reconstrucción de Afganistán, con más de 180 millones de euros.
En cuanto Fondo Global para el virus del SIDA, la tuberculosis y la malaria, Bruselas ha aportado hasta el momento 522 millones de euros, y un total de 216 millones al fondo multilateral destinado a contener la pandemia de la gripe aviar.
