MADRID, 31 Mar. (EUROPA PRESS) -
El portavoz de Economía y Hacienda del PP, Miguel Ángel Arias Cañete, afirmó hoy que las medidas aprobadas esta mañana por el Consejo de Ministros que actualizan el Plan de Dinamización puesto en marcha por el Gobierno en febrero de 2005, son "insuficientes" para afrontar los grandes desequilibrios de la economía española, y sólo sirven al Ejecutivo para "salvar la cara".
En concreto, Arias Cañete recalcó, en declaraciones a Europa Press, que estas medidas son "insuficientes para afrontar los dos grandes desequilibrios de la economía española, es decir, la inflación y los problemas provocados por la falta de competitividad para mantener un ritmo de exportaciones suficiente".
Respecto al sector energético, criticó que el Gobierno "siga apostando por el gas natural o combustibles fósiles con un horizonte de reservas limitado en el tiempo y con una fortísima dependencia exterior, que en algunos casos son áreas muy inestables políticamente.
También recordó al Ejecutivo que apostar por las energías renovables "con un techo y unas condiciones de utilización que no son plenas, puede ser a medio plazo complicado para la economía española".
"APUESTA CONTRADICTORIA" DE ZAPATERO.
Este hecho adquiere, en su opinión, más intensidad después de que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, "manifestara el miércoles pasado que se opone completamente a abrir el debate sobre la energía nuclear en España".
A su juicio, es "contradictorio querer hacer una apuesta energética y no afrontar seriamente un debate nuclear que toda la Unión Europea está afrontando en este momento".
NECESIDAD DE UNA REFORMA FISCAL "POTENTE".
Arias Cañete aseguró además que las medidas anunciadas hoy por el vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía, Pedro Solbes, "no tienen efecto práctico sobre los remedios de la economía española", que desde su punto de vista necesita "una reforma fiscal potente que baje el impuesto de sociedades".
Por último, reiteró la necesidad de llevar a cabo una "reforma laboral urgente que proporcione a las empresas capacidad y flexibilidad para adaptar sus estructuras a las competencias en un mundo global", circunstancia sobre la que el Gobierno "lleva dos años sin hacer absolutamente nada", según concluyó.
