VALENCIA, 18 Sep. (EUROPA PRESS) -
El comité de empresa de Ford en Almussafes (Valencia) rechazó hoy, en sesión plenaria, las medidas de presión contra la dirección la compañía propuestas por CGT y CCOO, que denuncian una política represiva hacia los trabajadores por parte de la multinacional, al considerar que la situación actual es "muy delicada" y que se hace necesario, por parte de los sindicatos, "unificar criterios" y buscar "soluciones", según indicó a Europa Press el secretario general de UGT en Ford, Gonzalo Pino.
El sindicato CGT solicitó la reunión del Comité para, según explicó en un comunicado, estudiar la posibilidad de convocar paros y otras medidas de presión, con el fin de "detener la ola de sanciones y despidos" que, asegura, la multinacional ha llevado a cabo en la factoría de Almussafes durante el presente año, y que ha supuesto la rescisión del contrato a 11 trabajadores, además de sanciones graves a otros nueve, según este sindicato.
Según Gonzalo Pino, CGT y CCOO coincidieron en mostrar su "preocupación" por una serie de acontecimientos que se viven en la planta de Almussafes, además de por el futuro de la compañía, debido a la situación que padece el sector. Para resolver el problema, ambas organizaciones sindicales plantearon la convocatoria de una serie de medidas como la realización de paros de dos horas o la negativa a hacer horas extraordinarias, las cuales fueron rechazadas con los 19 votos de UGT (frente a los cuatro de CGT y los siete de CCOO).
Para UGT, en la factoría de Almussafes "no hay ningún ápice de represión", sino "una empresa que está tratando de utilizar por todos los medios los máximos niveles de productividad", y quizás en algunos aspectos o momentos determinados "vaya más allá de lo que se puedan permitir los trabajadores". Por ello, "continuamente estamos exigiendo a la compañía que este incremento de la productividad debe ir acompañado de más contrataciones", recordó.
Al respecto, Pino considera que la demanda de CGT se enmarca en el contexto de unas elecciones sindicales que se aproximan, ya que están previstas para el próximo mes de febrero y, por ello, "quizás está tratando de crear una situación de crispación y de tensión que no existe actualmente en la planta", apuntó.
El dirigente sindical explicó que UGT considera que éste es el momento de "unificar criterios" y de abordar con la empresa el futuro de la factoría valenciana. Así, recordó que está pendiente la negociación entre UGT y la presidencia de la compañía (la próxima reunión tendrá lugar a mediados de octubre) acerca del volumen de inversión en Almussafes y del nivel de producción que se mantendrá, con el fin de garantizar los empleos actuales.
"PAGAR LOS PLATOS ROTOS"
"Estamos ante una situación muy caótica que vive la compañía a nivel mundial", por lo que la actitud de los sindicatos debe ser de "sensatez", apuntó. Por tanto, dijo, "no podemos emprender medidas de presión que centren la mirada de la compañía en esta planta y que nos hagan pagar los platos rotos de otros". Por el contrario, "debemos tratar de buscar soluciones y de lograr un acuerdo a nivel general", explicó.
Durante la reunión del Comité de Empresa, UGT propuso a CGT y CCOO que participen en las reuniones que el sindicato mayoritario mantiene con la dirección y presidencia de la firma del óvalo, con el fin de garantizar el futuro y viabilidad de la factoría. Sin embargo, estas organizaciones sindicales no aceptaron la propuesta y mantienen su intención de convocar paros.
