TULSA (ESTADOS UNIDOS), 21 Nov. (EP/AP) -
El grupo Ford ha sido condenado a indemnizar con 15 millones de dólares (11,7 millones de euros) a los padres de un joven que murió en el accidente de tráfico que sufrió cuando conducía un todoterreno de la firma del óvalo, por considerar que el techo del vehículo no reunía las condiciones de seguridad adecuadas. Una portavoz de Ford anunció que la empresa recurrirá la sentencia.
El joven, Tyler Moody, de 18 años de edad, murió el 7 de enero de 2003 cuando perdió el control del Ford Explorer Sport que conducía al adelantar a otro vehículo en una curva donde estaba prohibido el adelantamiento. El todoterreno dio al menos una vuelta de campana y quedó boca abajo.
Los padres de la víctima, Kevin y Veronica, presentaron una demanda el 18 de noviembre de 2003 en la que argumentaban que "a causa del vehículo defectuoso y de una inadecuada robustez del techo", el joven quedó atrapado.
Además, aseguraban que el techo se dobló en un ángulo que impedía respirar al joven, lo que provocó su muerte. La víctima, que llevaba puesto el cinturón de seguridad, sufrió una herida profunda en su cabeza.
Por su parte, la abogada de Ford, Mary Quinn Cooper, aseguró que el vehículo implicado en el accidente cumplía con creces los estándares de seguridad federales. Asimismo, manifestó que el 98% de los viajeros de todoterrenos que sufren accidentes con vuelcos no resultan heridos de gravedad.
Asimismo, afirmó que la víctima "era un gran chico", pero puntualizó que el día del accidente tomó "malas decisiones que tuvieron consecuencias fatales". Ford anunció en un comunicado que recurrirá la decisión del juez.
Los expertos que testificaron en la vista para llevar a cabo una reconstrucción del accidente indicaron que la víctima viajaba a 67 kilómetros por hora en la curva, donde la velocidad recomendada era de 30 millas por hora.
