PEKIN, 11 Nov. (EUROPA PRESS) -
El fabricante japonés de automóviles Geely, seleccionado por Ford como negociador preferente para la adquisición de Volvo, ha preparado un plan estratégico para la firma sueca que, entre otros objetivos, plantea alcanzar unas ventas mundiales próximas al millón de unidades al año.
El plan de crecimiento para Volvo se centra principalmente en su desarrollo en China, donde la estrategia pasa por construir una fábrica con una capacidad de producción de 300.000 unidades anuales, informa el diario 'Wall Street Journal'.
No obstante, los planes de ventas, que sitúan sus objetivos en un horizonte de entre cuatro y cinco años, también contemplan reforzar la presencia de la marca nórdica en sus mercados tradicionales de Europa y América del Norte.
Según Geely, Volvo tiene capacidad para alcanzar unas ventas anuales de 200.000 automóviles en China que, sumados a los comercializados en Europa, Norteamérica y otras regiones del mundo, permitiría a la marca multiplicar por más de dos sus actuales volúmenes de unas 400.000 unidades anuales.
Con todo, las negociaciones entre la compañía china y el grupo Ford siguen avanzando, aunque quedan muchos asuntos pendientes. Por ejemplo, Geely necesitaría tener acceso de una línea de financiación de unos 2.000 millones de dólares (unos 1.340 millones de euros al cambio actual).
Además, los responsables de la compañía asiática creen que el proceso de negociación será complicado, principalmente por todos los asuntos relacionados con la propiedad intelectual, según fuentes próximas a Geely.
NEGOCIADOR PREFERENTE.
Ford confirmó el pasado 28 de octubre la selección fabricante chino Geely como negociador preferente para venderle la firma sueca Volvo, aunque precisó que aún no ha adoptado una decisión definitiva sobre la transacción.
La multinacional norteamericana apuntó que, aunque seguirá cooperando con Volvo en diferentes áreas tras la posible venta, tiene la intención de no mantener ninguna participación accionarial en la firma escandinava.
De cerrarse la operación, Volvo sería la cuarta marca de la que se deshace la firma del óvalo en los últimos años, tras la venta de Aston Martin a un consorcio de inversores árabes y la adquisición de las firmas británicas Jaguar y Land Rover por parte del grupo indio Tata.
