DEARBORN (ESTADOS UNIDOS), 23 Ene. (EP/AP) -
El presidente del sindicato United Auto Workers (UAW), Ron Gettelfinger, indicó hoy que el plan de reestructuración anunciado por Ford en Norteamérica trae noticias "extremadamente devastadoras y decepcionantes" para miles de trabajadores de la corporación.
Gettelfinger señaló, en un comunicado conjunto con el vicepresidente del sindicato y responsable de UAW en Ford, Gerald Bantom, que "los empleados de la compañía se enfrentan a un futuro incierto, debido a la incapacidad de los directivos de Ford para hacer frente a la caída de su cuota de mercado" en Estados Unidos.
El presidente de UAW destacó que puede verse comprometido el futuro de nuevos empleados en Norteamérica, "porque están pendientes futuros cierres adicionales de plantas". "El plan sobre futuros cierres estará sujeto a nuevas negociaciones con Ford. El anuncio de hoy hará que las negociaciones para 2007 sean todavía más difíciles y más importantes", señaló.
En este sentido, Gettelfinger, explicó que, "como en el plan de 2002, el denominado 'Way Forward' está basado en la supresión de empleos y en el cierre de factorías para adaptar la capacidad de producción de Ford con la débil demanda de sus vehículos". "Entonces, el objetivo debería ser centrarse en incrementar su nivel de penetración en un mercado tan competitivo para ofrecer a los clientes productos innovadores y atractivos", agregó.
Los trabajadores afectados y representados por UAW están cubiertos por el programa de seguridad laboral y otras provisiones y protecciones del acuerdo nacional de UAW en Ford. "Nuestro sindicato hará que estos programas se cumplan rigurosamente", concluyó.
El plan de reestructuración supondrá el cierre de 14 instalaciones industriales y la supresión de entre 25.000 y 30.000 empleos en Norteamérica en el período 2006-2012. El objetivo de este programa es recuperar la rentabilidad de las operaciones en Norteamérica "no más tarde" de 2008, después de que el grupo redujera su beneficio un 42,7% en 2005, hasta 1.998 millones de dólares (1.638 millones de euros), debido precisamente a las pérdidas de 1.600 millones de dólares (1.311 millones de euros) registradas en América del Norte.
