MADRID, 29 Jul. (EUROPA PRESS) -
Los trabajadores del metal y la industria de la automoción han mostrado su preocupación por el contenido de los compromisos pendientes en la ronda de Doha respecto al comercio, puesto que temen que las condiciones sobre el acceso al mercado de aspectos fuera de la agricultura (NAMA) supondrán una apertura de las fronteras de la Unión Europea a otros países y no mejorará el acceso de los fabricantes de automóviles del continente hacia mercados emergentes, informó hoy la Asociación de Constructores Europeos de Automóviles (Acea).
"La falta de mejora en el acceso al mercado de países emergentes y en desarrollo en el futuro inmediato está en contra de los objetivos originales de la actual Ronda de Doha y minará la competitividad de las industrias de la UE, metiendo presión sobre los costes de producción y el empleo", explicó el secretario general de la Federación Europea de Trabajadores del Metal (EMF, por sus siglas en inglés), Peter Scherrer.
Scherrer resaltó que de producirse esta apertura comercial de las fronteras a países con menores costes laborales supondrá una pérdida del empleo en Europa, tanto en las marcas de automóviles, como en la cadena de suministro.
Por su parte, el secretario general de Acea, Ivan Hodac, señaló que las condiciones comerciales que se están discutiendo en el marco de la Ronda de Doha "son injustas y están desniveladas" y podrían provocar la revisión de las inversiones futuras de la industria de la automoción en Europa, para orientarlas hacia países fuera de la UE que tienen unos "costes más eficientes".
Acea resaltó que la industria europea de automoción "es clave" para la Unión Europea, puesto que emplea a 2,2 millones de personas de forma directa y a más de 10 millones de forma indirecta. Además, explicó que los fabricantes destinan 20.000 millones de euros anuales en actividades de I+D.
