Economía.- Los países de la UE reafirman el derecho de Hungría y Austria a prohibir el cultivo de maíz transgénico

Actualizado: lunes, 2 marzo 2009 16:18


BRUSELAS, 2 Mar. (EUROPA PRESS) -

Los ministros de Medio Ambiente de la Unión Europea reafirmaron hoy el derecho de Hungría y Austria a prohibir en sus territorios el cultivo de dos tipos de maíz transgénico y desautorizaron de nuevo a la Comisión, que había propuesto que se obligara a ambos países a levantar la prohibición en un plazo de 20 días, según informó la presidencia checa.

Gracias a la decisión del Consejo de Medio Ambiente de la UE, Hungría podrá mantener su prohibición del maíz genéticamente modificado MON810, fabricado por la empresa estadounidense Monsanto y que se cultiva sobre todo en España. Por su parte Austria podrá seguir prohibiendo también el MON 810 y el maíz T25 de Bayer.

Sólo tres países --Finlandia, Países Bajos y Reino Unido-- apoyaron plenamente las tesis del Ejecutivo comunitario. Suecia también votó a favor de levantar la prohibición del maíz MON810 y Estonia se abstuvo. El resto de países se opusieron. En el caso de Austria, es ya la tercera vez que los Veintisiete desautorizan a Bruselas y respaldan su derecho a prohibir el maíz transgénico. En el caso de Hungría se trata de la segunda vez.

"¿Qué parte de 'no' es la que la Comisión no comprende?", se preguntó el responsable de transgénicos de Greenpeace, Marco Contiero. Greenpeace se felicitó por la decisión de los ministros de Medio Ambiente y destacó que se trata de "una victoria para el medio ambiente, los agricultores y los consumidores".

La organización ecologista destacó que las autoridades científicas de Austria y Hungría han proporcionado "nuevas pruebas" que demuestran que es probable que el maíz MON810 "tenga efectos medioambientales dañinos".

La votación de este lunes sienta precedente para los casos de Francia y Grecia, países a los que el Ejecutivo comunitario también ha exigido que levanten su prohibición sobre el maíz MON810.

El ministro francés de Ecología, Jean-Louis Borloo, se felicitó de la decisión de la UE. "Teniendo en cuenta los interrogantes de los científicos y de los ciudadanos sobre el impacto medioambiental de los transgénicos, deseamos que se mantengan las cláusulas de salvaguarda nacionales", dijo.