SANTANDER, 9 Jun. (EUROPA PRESS) -
La vicepresidenta regional, Lola Gorostiaga, destacó hoy la "disposición" del Gobierno de Cantabria a colaborar con el Ministerio de Pesca (MAPA) para complementar las ayudas al sector por el "inminente" cierre de la pesquería de la anchoa, igual que en la parada biológica de 2005, en la que la comunidad autónoma subvencionó ayudas a armadores y tripulantes por importe de 1,1 millones de euros, del total de 3,5 millones de euros concedidos.
El Consejo de Gobierno, reunido ayer en Santoña con motivo de la inauguración de la Feria de la Anchoa en esta localidad, aprobó una declaración institucional en la que reconoce el carácter "estratégico" del sector pesquero en Cantabria y la "necesidad" de su potenciación, e insta al MAPA a que defienda ante la Comisión Europea la propuesta del sector y de las comunidades autónomas afectadas de un "inmediato cierre" de la pesquería de la anchoa en el Golfo de Vizcaya.
La ministra del ramo, Elena Espinosa, dijo ayer en Santoña que el Ministerio "está buscando una fórmula de apoyo al sector dado el inminente cierre del caladero" y el Gobierno de Cantabria "está dispuesto a colaborar con el MAPA" en esa tarea, "igual que en la anterior parada", destacó Gorostiaga.
La declaración institucional del Gobierno cántabro señala que "desde tiempo inmemorial la costera de la anchoa ha supuesto para las zonas costeras cántabras un hito que año tras año condicionaba la economía, tanto de pescadores como de fabricantes-transformadores de este producto", y destaca que la "enorme calidad" que adquiere este pescado, una vez transformado artesanalmente en las villas marineras de la región, con las técnicas heredadas de los primeros conserveros italianos asentados en Cantabria, ha convertido al filete de anchoa del Cantábrico en aceite, "en producto único en el mundo, con una gran demanda y aceptación".
Las capturas anuales de la costera de la anchoa en el Cantábrico vienen disminuyendo "alarmantemente" en los últimos años, sobre todo a partir del año 2002, lo que ha llevado a la Unión Europea a decretar el cierre de la pesquería en el último semestre de 2005, aprobando un paro biológico de toda la flota.
A finales de 2005, con los datos "alarmantes" de que se disponía, el sector pesquero del Cantábrico y las cuatro Comunidades Autónomas del Caladero Cantábrico y Noroeste propusieron a la Administración General del Estado el cierre de la pesquería, al menos durante el primer semestre de 2006, hasta que se obtuviesen los resultados científicos de la campaña de primavera. Finalmente, el Consejo de Ministros de Pesca de la Unión Europea aprobó un TAC de 5.000 toneladas para el primer semestre de 2006.
ALARMANTE ESTADO DEL STOCK
Las capturas efectuadas por las flotas española y francesa en este primer semestre suman unas 800 toneladas, lo que muestra el "alarmante estado" en que se encuentra el stock de anchoa del Golfo de Vizcaya, añade el Gobierno en su declaración institucional, en la que recuerda las medidas comprometidas conjuntamente con las demás Comunidades Autónomas del Cantábrico y tendentes a complementar las ayudas del MAPA, tanto a tripulantes como armadores afectados, como consecuencia de los graves perjuicios económicos ocasionados por la nefasta costera de la anchoa de la pasada primavera.
Las ayudas a armadores y tripulantes con motivo de esta parada biológica supusieron 3,5 millones de euros, de los que Cantabria subvencionó 1,1 millones de euros. En total 64 barcos de cerco con unos 700 tripulantes y 108 empresas transformadoras, con aproximadamente 3.000 empleos directos, dependen de la pesquería de la anchoa en Cantabria, según el Gobierno regional.
El Ejecutivo considera que "con el fin de evitar que el problema se agrave, se pueden adoptar las medidas necesarias para superarlo e impedir que vuelva a reproducirse en el futuro, entre las que se encuentra el cierre inmediato del caladero de la anchoa en el Golfo de Vizcaya".
