Se realizarán auditorías de las embarcaciones para un reparto equitativo y justo de las ayudas
GIJÓN, 14 Jun. (EUOPA PRESS) -
El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) descarta aplicar un sistema de ayudas generalizadas para las flotas pesqueras afectadas por la mala costera de la anchoa o por el eventual cierre de la pesquería en el Golfo de Vizcaya.
Así lo explicó hoy a Europa Press el director general de Estructuras y Mercados Pesqueros, Alberto López, quien descartó que el Gobierno apoye "un sistema de diseño de paradas a la carta" o que todos los paros tengan que estar "subsidiados".
López, que asistió a jornadas de seguimiento del plan del Instrumento Financiero de Orientación de la Pesca (IFOP) que se celebraron en Gijón, explicó que debe buscarse que "esas embarcaciones o armadores tengan un nivel de renta adecuado contemplando todo el periodo".
No obstante, se mostró contrario a que se apliquen medidas y ayudas financieras "de manera sistemática" cuando "lo que en realidad hace falta es un plan de reactivación y de gestión adecuado, en el que se tienen que involucrar todos".
Asimismo, se preguntó sobre si en cualquier sector de la vida económica toda la actividad tiene que estar respaldada con mecanismos financieros "cuando vemos que la participación de esta pesquería en el conjunto de los rendimientos que se obtienen varían entre un 15% y un 60%". Por ello, abogó por un enfoque de prudencia, de gradualidad, de coherencia y sobre todo una modulación de las medidas y ayudas.
También apostó por trabajar con "muchísima prudencia" ante la problemática de la anchoa, ya que, a su parecer, "la situación no es la misma que la del año pasado en el sentido de que muchas embarcaciones han tenido unas buenas campañas".
López aclaró que la campaña de la anchoa dura dos meses y medio "por lo hay que ver cómo se ha comportado cada una de las embarcaciones en esa pesquería, ver si han sido capaces de tener buenos niveles de venta de productos de la pesca o de capturar unas cantidades que pudieran dar una situación razonable, unida a las capturas del bonito y del verdel".
En este sentido, señaló que se está aplicando un enfoque de "medidas de salvamento y reflote de las empresas", mediante el que se hace una auditoría "caso por caso". "Es la manera más equitativa de dar justa respuesta a las necesidades". Para el representante del Ministerio de Pesca, el hecho de contribuir con carácter general con ayudas sin tener en cuenta estas circunstancias podría "crear unas situaciones de agravio todavía mucho más contraproducentes".
Si se concedieran las ayudas indiscriminadamente, "se financiaría a aquel que ha tenido unos buenos niveles de capturas y de renta lo mismo que al que realmente lo necesita", manifestó. Por ello, apuntó que es preferible "concentrar los esfuerzos económicos y humanos en la flota y los armadores que necesitan el apoyo de la Administración".
Este nuevo sistema de ayudas en función a variables como las capturas será posible gracias al cruce de datos disponible y con la colaboración y concertación con las distintas comunidades autónomas. Será una de las cuestiones que se debatirán el próximo 23 de junio en Santander, donde se plantearán además cómo acometer, con la colaboración necesaria en el ámbito de la Unión Europea y en el nacional, "este paquete de medidas de apoyo al sector".
Por otro lado, indicó que el planteamiento del Gobierno central respecto a un posible cierre del caladero de la anchoa es el mismo que el mantenido el año pasado. Una vez que tengan la información suficientemente contrastada y que todos los dictámenes apunten en la misma situación se tomará una decisión coherente.
Asimismo, anunció que el Ministerio actuará contra aquellos barcos que hayan pescado a pesar de la prohibición o que hayan hecho más capturas de las permitidas, como se denuncia desde algún sector pesquero, siempre que las acusaciones estén "acreditadas". Es más, apuntó que desde la Dirección de Recursos se está llevando a cabo un control, labor que es facilitada porque muchas embarcaciones cuentan con un dispositivo de seguimiento por satélite, que puede "dar una información con carácter de urgencia o con mucha rapidez".
López fue más allá del problema de la anchoa, al considerar necesario "disponer de una visión de conjunto sobre lo que es el sector de la pesca extractiva y las modalidades que pudieran estar en una situación, no similar en cuanto a las cifras de capturas, pero sí en unas situaciones homogéneas en cuanto a las necesidades de acometer un plan de reactivación de la actividad".
También aludió al buen entendimiento con Francia, el país que presionó a la Comisión Europea para que les permitiera pescar anchoa y que consiguió junto a España una concesión de 5.000 toneladas. López explicó que el enfoque y la metodología es en lo que hay que ponerse de acuerdo, al ser "la biología una ciencia viva en la que caben posibles interpretaciones, por lo que nos corresponde a los gestores saber en qué momento tenemos que modular medidas" para obtener la mejor solución posible. "No parece adecuado que se actúe en ámbitos unilaterales", dijo.
Además descartó que se puedan alcanzar "soluciones prácticas empezando a lanzar acusaciones", con relación a que el sistema francés de pesca de la anchoa es más dañino que el artesanal español. Para López, hay que "ver cuáles son los aspectos sostenibles".
En este sentido, el director general de Estructura y Mercados Pesqueros dijo que "corresponde a la Comisión, al igual que ha hecho con otras modalidades, saber si lo que se está diciendo en España es coherente y consistente con modelos de gestión sostenibles y responsables".
La propia Comisión, según López, pretende dirigir el proceso, lo que lleva un tiempo que, a veces, el sector pesquero considera que es "mucho más de lo que ellos pueden esperar". Sin embargo, apostó por que el procedimiento es la mejor garantía" para obtener unos buenos resultados.
