La eléctrica pide la confidencialidad de sus alegaciones y ofrece concesiones a cambio de hacerse con la compañía
MADRID, 16 Abr. (EUROPA PRESS) -
Los técnicos del regulador de Nueva York encargado de aprobar la adquisición de Energy East por parte de Iberdrola, la Public Service Commission (PSC), siguen pensando que EDF está sopesando la compra de Iberdrola, pero reconocen que el resultado de esta operación es "altamente incierto".
En la documentación aportada por las partes y publicada por la PSC, los técnicos recogen información hasta el 4 de abril y dicen haber analizado las alegaciones de Iberdrola sobre la materia, cuyo carácter es confidencial.
"A la vista de los planteamientos originales de la plantilla (de técnicos) y de las posteriores informaciones de prensa, así como del reciente procedimiento del tribunal español contra EDF, las respuestas confidenciales de Iberdrola no son creíbles", señalan.
"El peso de los informes posteriores a las audiencias demuestran que EDF está de hecho considerando una compra de Iberdrola, pese a que la resolución de este esfuerzo sigue siendo altamente incierta", añaden.
Por su parte, en otro alegato, los abogados de la eléctrica presidida por Ignacio Sánchez Galán aseguran que "no hay bases para preocuparse" acerca de la posibilidad de que Energy East pueda combiar de manos.
En la rueda de prensa celebrada ayer, Sánchez Galán mostró su confianza en que la adquisición de Energy East se cierre en el verano, y advirtió de que, en caso de que no haya un acuerdo satisfactorio con el regulador, la eléctrica podría buscar alternativas en Nueva York.
CONCESIONES.
En la información remitida, Iberdrola se muestra dispuesta a hacer importantes concesiones a cambio de que se le permita la adquisición en Nueva York de Energy East.
La eléctrica se compromete a hacer una contribución de 201 millones de dólares (126 millones de euros) a la comunidad, así como a invertir 100 millones de dólares (62 millones de euros) en el desarrollo de energía renovable en el Estado de Nueva York.
Junto a esto, dice estar dispuesta a vender la planta de generación de combustible fósil de Russell, a garantizar la estabilidad financiera de Energy East y a no acometer despidos.
Más aún, se compromete a permitir el acceso a la PSC a los libros de Energy East y a cualquier material de Iberdrola que tenga que ver con la eléctrica estadounidense.
