Economía.-El sector de telecomunicaciones rechaza que se den licencias territoriales para banda de 2,6 Gigahercios

Actualizado: miércoles, 11 marzo 2009 13:30

MADRID, 11 Mar. (EUROPA PRESS) -

El sector de las telecomunicaciones rechaza la posibilidad de que el Gobierno otorgue licencias territoriales para la banda de 2,6 Gigahercios debido al "impacto" que tendría en el mercado, según se desprende de la consulta pública realizada por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.

En contraste con esta opinión mayoritaria, otras opiniones, principalmente de operadores de cable de ámbito regional y algunas administraciones autonómicas, defienden que también haya concesiones de ámbito autonómico.

A tenor del informe publicado hoy, el sector considera mayoritariamente que, como mínimo, hasta el año 2010 no existirá en el mercado un "parque" de equipos suficientes para estas frecuencias de servicio de banda ancha, adecuadas para prestar servicios mediante LTE, cuarta generación de telefonía móvil, o bien mediante WiMax.

Si bien, algunas de las respuestas aportadas por los 33 encuestados, entre los que se encuentran operadores de telefonía móvil, redes fijas, administraciones, asociaciones y organizaciones internacionales señalan que ya hay disponibilidad de equipos Wimax que permiten ofrecer banda ancha en movilidad.

En cuanto a la banda ancha para frecuencias de 900 a 1.800 Megahercios, existe en el sector un acuerdo unánime con la opción de permitir el uso de tecnología UMTS (Sistema Universal de Telecomunicaciones móviles), especialmente en la banda de 900 Megahercios, ya que considera que contribuirá a facilitar el despliegue, mejorar la cobertura y reducir la "brecha digital".

DESACUERDO CON LA DISTRIBUCIÓN DE FRECUENCIAS EN 900 MEGAS

Sin embargo, los operadores no coinciden en cuanto a las contraprestaciones asociadas a dicha autorización. Si bien algunos operadores se muestran partidarios de permitir el uso de estas bandas para prestar servicio UMTS con la distribución actual de frecuencias, otros son contrarios a permitir este uso si previamente no se realiza una redistribución de las mismas.

Estos últimos argumentan que mantener la distribución actual es una "ventaja" para los operadores que disponen de las frecuencias en esta banda en detrimento de los que no operan en estas frecuencias y consideran incluso esta ventaja "insalvable".

"En principio, la mayoría de los agentes son partidarios del mercado secundario del espectro, siempre que no se distorsione la competencia", concluyó el Ministerio en su informe.

En lo que se refiere a la banda de 1.800 MHz, no existen opiniones encontradas en cuanto a la aplicación del 'refarming' (redistribución de las frecuencias), debido a que, por tratarse de una banda de frecuencias muy próxima a la de 2,1 Gigahercios, actualmente explotada para el UMTS, las ventajas que aportaría en cuanto a ahorro de costes de despliegue de red por una mayor propagación no se consideran significativas.

Por último, el sector se muestra partidario de introducir la movilidad en el mercado secundario de banda ancha para 3,5 Gigahercios. La mayoría considera que no sería viable económicamente la cobertura de la totalidad del territorio nacional únicamente con esta banda de frecuencias.

Algunos de los encuestados considera que en la transformación de los títulos existentes en esta banda de frecuencias se deberían introducir condiciones ligadas a la utilización efectiva del espectro, y que en caso contrario el Estado debería recuperar el espectro no utilizado.

Con respecto a las frecuencias recuperadas, algunos de los grupos consultados manifestaron que se podría contribuir con ellas a la cobertura de zonas rurales, a través de concesiones regionales.