MADRID, 9 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Consejo de Ministros aprobó hoy un plan de apoyo para el sector textil y de la confección, acordado con patronal y sindicatos del sector, que incluye medidas de ámbito industrial, financiero y sociolaboral, y que está dotado con más de 800 millones de euros, con el fin de paliar los efectos de la globalización y la competencia de China.
Este plan estará vigente hasta el 31 de diciembre de 2008 y contará con 670 millones de euros en créditos y ayudas directas, así como con otros 140 millones de euros para ayudas especiales, bonificaciones específicas y programas de formación profesional, de los que se beneficiarán unos 150.000 trabajadores.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, destacó la importancia del plan "para sectores que están siendo muy castigados por la competencia exterior", en alusión tanto al sector textil, como al del calzado, mueble y juguetes.
Según De la Vega, el plan permitirá "amortiguar mejor los efectos de los despidos y los ajustes en las empresas, promover programas de investigación técnica en el sector y mejorar la producción". Igualmente, se dirige "a los trabajadores de mayor edad que pierden su empleo por el efecto de la liberalización de los mercados internacionales", indicó.
Este plan nace de un acuerdo entre los agentes del sector que puso punto final a seis meses de negociación entre el departamento que dirige Jesús Caldera, junto al de Industria, Comercio y Turismo, la patronal textil, y los sindicatos CC.OO. y UGT.
En concreto, el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio pondrá a disposición de los afectados un total de 670 millones en créditos y ayudas directas, destinadas a mejorar la competitividad y a impulsar el tejido empresarial en los territorios con mayor presencia de esta industria.
El Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales destina 140 millones para cobertura social en sectores afectados por procesos de globalización, dirigido a corregir y compensar los efectos de la liberalización del comercio textil y paliar la difícil situación por la que atraviesa el sector.
IRRUPCION DE CHINA.
El Gobierno recalca que la perdida de cuota de mercado tanto en España como en el resto de países miembros de la UE está en la plena liberalización del comercio textil desde el 1 de enero de 2005, que trajo como consecuencia la irrupción en el comercio mundial del textil de China, y que ha puesto en riesgo a un gran número de empresas y de empleo.
No obstante, apunta que esta situación "se ha frenado" tras el acuerdo alcanzado entre la Unión Europea y China, por el que este último país se comprometía a restringir la entrada de sus productos hasta el 31 de diciembre de 2007.
El Ejecutivo indica que "consciente de la necesidad de buscar soluciones a más largo plazo, ha estado negociando con las organizaciones empresariales y sindicales más representativas un plan de apoyo".
AYUDAS LABORALES, INDUSTRIALES Y FINANCIERAS.
Las medidas específicas de Trabajo aspiran a mantener la mayor parte de las empresas y de los empleos y el incremento de la formación y oportunidades de los trabajadores del sector. Además, trata de favorecer el mantenimiento del empleo a través de la formación continua y de incentivos especiales a las empresas que mantengan en su plantilla a mayores de 55 años.
Para instrumentar estas medidas se ha creado un fondo para el ajuste laboral de los sectores afectados por la globalización, entre los que se encuentra el sector textil.
Facilitar el reciclaje profesional, la reinserción laboral y la recolocación de los trabajadores excedentes del textil en otros sectores, proporcionar una cobertura social especial mediante complementos de renta, y favorecer el cumplimiento de las obligaciones laborales de las empresas, son algunas de sus metas.
Por su parte, las medidas del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, de carácter industrial y financiero, tratan de fomentar la investigación técnica para el textil y la confección, sobre todo para las pymes, así como la diversificación, a través de una línea ICO de financiación.
Incluye además un programa de reindustrialización en zonas afectadas por procesos de deslocalización o ajuste, para evitar o atenuar los efectos nocivos de las operaciones de adaptación de las estructuras que tienen lugar en los procesos de racionalización y modernización.
El plan recoge la puesta en marcha del Observatorio industrial textil, integrado por los ministerios firmantes del acuerdo y organizaciones empresariales y sindicales para abordar actuaciones conjuntas de política industrial tendentes al logro de un modelo de crecimiento estable.
Incentivos fiscales para los muestrarios textiles y actuaciones del Instituto de Comercio Exterior (ICEX) para aumentar la base exportadora y crear una imagen de calidad de los productos españoles, son otras de sus medidas, junto a actuaciones de la Empresa Nacional de Innovación (ENISA).
