MADRID, 8 Jul. (EUROPA PRESS) -
El mercado del alquiler vacacional registrará entre mayo y octubre unos 24 millones de operaciones de alquiler de apartamentos y casas de corta duración y alcanzará un crecimiento de la demanda del 15% durante las vacaciones de verano, según estimaciones realizadas por Arrenta.
Un 49% de los alquileres tendrán lugar por una quincena, seguidos de una semana (30%), un mes (15%) y otros periodos de duración diferentes (6%). La compañía explicó que los veraneantes buscan "buenas opciones para su descanso a un precio más ajustado que los hoteles de costa o los viajes fuera de España".
Este verano, los precios del alquiler de una vivienda vacacional oscilarán entre los 1.000 euros semanales de las zonas más caras de España --Baleares, Levante, Cataluña, Norte de la Península y Lanzarote-- y los 500 euros por semana de los destinos más baratos, según precisó Arrenta.
Asimismo, la compañía estimó en un 10% la conflictividad en este sector, cuyos problemas más habituales para los propietarios suelen ser el deterioro de la vivienda (50%), el mal uso de la misma (12%), el alojamiento de un mayor número de personas que lo acordado (7%) o la negativa a abandonar la vivienda en la fecha establecida (5%).
Por su parte, un 45% de los inquilinos se quejan de que la vivienda no cumple con las características anunciadas --en el caso de que los alquileres se cierren sin que el inquilino haya visto físicamente la vivienda--, mientras que un 35% se enfrentan con el propietario por un supuesto deterioro del inmueble arrendado.
Para evitar conflictos, Arrenta aconseja a los propietarios exigir el pago por anticipado y la firma del contrato, aclarar todas las condiciones del alquiler además de fijar por escrito la fecha y hora de entrada y salida, así como el número de ocupantes de la vivienda.
En cuanto al inquilino, la compañía recomienda solicitar fotografías y un plano de situación del inmueble y, al firmar un contrato, exigir un certificado del estado de la vivienda y un inventario.
