MADRID, 15 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Asociación de Usuarios de Servicios Bancarios (Ausbanc) inició hoy, con motivo del Día Mundial del Consumidor, una campaña de concienciación sobre los derechos de los pasajeros de los aeropuertos mediante la creación de una guía de lectura en la que dan consejos e informan sobre la forma de reclamar ante las diligencias de las aerolíneas.
En declaraciones a Europa Press Televisión, el presidente de Ausbanc, Luis Pineda, explicó que el objetivo de la campaña es "reivindicar" la necesidad de que el turismo esté sujeto "al movimiento y derecho del consumidor", e hizo especial hincapié en el sector de las aerolíneas, que utilizan anualmente millones de personas en España.
Así, criticó que los viajeros suelen reclamar directamente a las aerolíneas, una práctica que esta asociación ve "escasa" ya que se debe reclamar también ante las direcciones generales de consumo, "una palanca motivadora de calidad, de servicio y de mejora de las condiciones de los usuarios".
En esta línea, enumeró algunos de los problemas más comunes a los que se suelen enfrentar los ciudadanos cuando realizan un viaje, siendo los más comunes la pérdida del equipaje, las cancelaciones o retrasos y "el tan temido 'overbooking'".
"Consideramos que el 'overbooking' es una estafa social, esperamos que poco a poco haya una conciencia social para que sea expulsada de las prácticas de las aerolíneas de transporte", denunció.
LEGISLACIÓN PROTECTORA.
No obstante, aconsejó a los usuarios que se puedan ver afectados por estos problemas a asistir a la legislación protectora, ya que "permite acceder a una serie de indemnizaciones automáticas inmediatas o tratamientos específicos", que según subrayó no son inferiores a los 600 euros, y su devolución se realiza en un periodo inferior a 30 días.
"Estas indemnizaciones pueden verse implementadas notablemente en atención al daño especial, se hace en los tribunales y nosotros invitamos a los usuarios a que los utilicen para demandar estos daños especiales", aclaró.
Finalmente, se refirió a la normativa europea referente al equipaje de mano, de la que dijo que los usuarios habían terminado asumiéndola "con cierta capacidad", aunque sostuvo que esta medida había llevado a una masiva acumulación de productos además de derivar en largas colas a la hora de embarcar y pasar la línea de seguridad.
"Es cierto que los botes líquidos de más de 100 miligramos están siendo rechazados por razones de seguridad, pero hay pocas explicaciones o poca publicidad explicando esta singularidad", concluyó.
